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Días,tal vez ya se hacía una semana que Armando no veía la cara de Yun más que en su foto de perfil de los contactos

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Días,tal vez ya se hacía una semana que Armando no veía la cara de Yun más que en su foto de perfil de los contactos. Esa carita sonriente y sin problemas,seguro que ni se conocían cuando sacó esa foto.

Suspiró cansado,sentado en la cocina desayunando solo,pero dejándole la cafetera con café para Yun,ya que había notado que él salía de su habitación cuando Armando no estaba, y le dejó la bolsa del pan a mano para que se hiciera unas tostadas.

-¡Yun,voy a salir!-

Gritó Armando mientras pasaba por el living hacia la salida.
Extrañaba sentir los cálidos dedos de Yun en su cabello peinandolo a su gusto y subiendole la corbata tanto que casi lo ahorcaba.
Cómo siempre,no había respuesta a su anuncio y eso le dejaba cada vez un dolor en el pecho más pesado y doloroso.

Cerró la puerta y se quedó del lado de afuera por unos cinco minutos, tal vez,mirando con desespero el reloj de su teléfono.
Sabía que Yun salía cuando él no estaba,así que no le quedaba otra que fingir una salida para volver a ver a Yun.

Introdujo la llave con lentitud y giró la perilla,no quería hacer ruido,porque Yun correría tan rápido a su habitación como gacela hacía un lugar seguro al sentir peligro cerca. Se quitó los zapatos en la entrada y caminó descalzo hasta la cocina,donde escuchaba la cuchara chocar con la taza mientras mezclaba su bebida.
Se paró y apoyó en el marco de la puerta,mirándolo de arriba a abajo.
Pantuflas negras,pantalón rojo cuadrille,una musculosa negra toda arrugada y con manchas al largo de todo el torso, y su cabello rojo todo desordenado,tal como una llamarada de fuego dispersa por todo un bosque,acabando todo a su paso.

-Yun-

Dijo en tono suave Armando,mientras tapaba con su cuerpo la salida de la cocina,no dejaría ir tan rápido a el chino luego de no verlo hace días.
Este se dió la vuelta y pudo notar esas negras ojeras bajo esos rasgados ojos. Su expresión boquiabierta dejaba entender que no se esperaba a Armando en lo más mínimo de su ser.

-Yun-

Volvió a repetir el dueño de casa mientras se acercaba a el más bajito.

-A-almando...te lo puedo e'plical-

Se defendía el otro mientras retrocedía tan rápido como sus piernas podían.

-eres un idiota-

Dijo mientras abría sus brazos,mientras que Yun se cubría la cara, temía que Armando,por algún motivo,le golpease,aunque este solo lo abrazó tan fuerte que el chino pudo sentir como esa fina capa de estabilidad que se había hecho,se rompía nuevamente. Tambien abrazó a su amigo,para esconder su rostro en el hombro suyo. De a poco,sus rodillas empezaron a perder estabilidad y se deslizaba hacía el suelo,al igual que Armando,quien se rebajaba a su nivel para no soltarlo.

Parecían una pareja dándose apoyos entre ambos luego de una mala noticia. Yun lloraba,no de forma descontrolada,pero si lloraba. Mientras que Armando sentía sus ojos quemar por un llanto más que reprimido,pero no sé permitiría perder su carácter en ese momento.

𝚝𝚛𝚒𝚌𝚔 𝚏𝚊𝚒𝚕𝚎𝚍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora