Y aquí estoy, sentada a media noche redactando de ti, de como me siento y de lo ocurrido. De un corazón perdido que encontró un cálido hogar, sabiendo que todo lo cálido tarde o temprano se enfría, así se enfrió mi amor por ti. Y no porque yo quisiera amor mío, si no porque así lo quisiste tú o el destino, porque los actos son imborrables y los dolores irrecordables, son aniquiladores y aplastantes, y aplastado me siento cuando estoy acostado pensando en ti, un estallido bombardea mi cuerpo y una inquietud me domina. Pero de nuevo me miento, sabiendo que te amo, cuánto te amo, pero lo niego o eso intento. Como un niño que quiere caminar o un surfista por las olas deslizar, como una flor que regada quiere ser o como un enfermo la cura hallar, en una similitud se encuentra el querer estar cerca de ti, pero no lo entiendes, no lo comprendes, no esté amor tan dulce, tan agitado, tan devorado.