e c h e n u n v i s t a z o
donde un joven voleibolista de 24 años se centra en lograr su sueño de la infancia, una chica de 22 años va olvidando todo lo que algún día sus orbes lograron apreciar...
l l e g a r á n a c o m p l e m e...
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- que...? — no sabía que pensar
- me gustas, mucho — sentí caricias en mi mano — deberías dormir, no? Mañana tienes clases, será mejor que duermas
- Ushijima, te podrías quedar? — no respondió — se que tienes entrenamiento mañana y que necesitarás tu equipamiento, pero si no te importa... te quedarías conmigo esta noche? — seguía sin responder, yo solo suspire dándome por vencida
- tienes algo que me sirva? — supuse que con mi pequeña figura sería complicado que le quedase algo
- creo que tengo algo... am — me levante de la cama para buscar algo que tal vez le sirviese, al hacerlo la calidez que inundaba mi mano desapareció — creo que el más grande de mis pantalones te podría servir
- Gracias — me dirigí al armario que tenía, busqué mi detector de colores parlante, abrí el cajon de los pijamas, pase el detector por ellos hasta que dijo el color que buscaba: azul marino
- siento tener que hacer esto — me acerqué a él
- esta bien, no me molesta, es interesante verte — sentí su mano la cual me guió a su lado
- interesante? — le escuché afirmar — crees que te sirva? — le mostré el pantalón
- pues... no se... podría probármelo? — asentí empezando a sonrojarme
Ushijima tomó el pantalón y se alejó un poco, en el momento en que escuché la cremallera de su pantalón bajar, me giré y sonroje todavía más
- no me entra
- por? — seguía de espaldas
- mis muslos - por eso?
- ahh... entonces que hacemos? — pregunte aún de espaldas
- te... te molesta que me quede en ropa interior? — me tense — quiero decir...
- n-no... está bien, esperaba ofrecerte algo de ropa pero no se porque no supuse que no te serviría nada... — tome el aire que me quitó Ushijima con su pregunta — i-iré al baño a ponerme mi pijama... — me volví a acercar al cajon y agarre lo primero que tenía a mano
Entre al baño y decidí cambiarme, desenredar mi cabello y lavarme los dientes, antes de salir escuché a Ushijima cerrar la puerta
