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Emilia

Nico está en mi casa. Decidimos pasar un tiempo juntos. Nos sentamos en el sofá, miramos una película y nos besamos.

"Quiero preguntarte algo" me dice Nico.

"¿qué?" Pregunto y sonrío.

"Sobre la amiga que tenías ayer, ¿cómo te fue?" Él pide. No entiendo por qué recuerda esto ahora pero sigo con la mentira.

"Fue divertido", digo. "Hablamos mucho. No nos vimos durante mucho tiempo y ella de repente estaba en la ciudad, así que decidimos encontrarnos..."

"Emi, sé que no tenías ninguna amiga en casa", dice. "No colgaste bien el teléfono ayer y escuché a alguien cantando aquí en su casa".

No sé qué decirle. "Nico, eso no es lo que piensas", le digo.

"¿Que pienso?" Él pide.

"No sé, que yo canto con otros hombres a tus espaldas", le digo. "Eso es lo que piensas, ¿no?"

"No lo sé, dime vos", dice.

"No fue algo así en absoluto", digo.

"Entonces explícame qué fue porque te estoy llamando, dices que estás con una amiga y luego escucho la voz de un hombre. ¿Qué se supone que debo pensar?" Pregunta enojado.

"Fue Agus" le digo. Entiendo que no tiene sentido mentir.

"¿quien?" Él pide.

"Agustín Sierra, el tipo que dejamos de la academia después de menos de una semana", le digo.

"¿Qué hizo aquí?" Él pide.

"Vine a hablar con él hace una semana", le digo. "Se tomó muy en serio lo que pasó y finalmente me dijo cuál era su problema".

"Terriblemente interesante, ¿cuál es su problema?" Pregunta y suena celoso.

"Miedo de la audiencia extremadamente serio", digo.

"Pobre", dice Nico con cinismo.

"Sí, y no quiere renunciar a su sueño. Me pidió ayuda. ¿Me crees?" Estoy preguntando.

"Qué dulce eres", dice cínicamente.

"Basta Nico, si te acuerdas entonces dije desde el principio que se le debería dar otra oportunidad y no creo que porque Julia está loca debería dejar de cantar" le digo.

"¿Por qué no me lo dijiste?" Él pide.

"Me pidió que lo mantuviéramos en secreto, así que yo ..." digo. "Bueno, di que me crees."

"Te creo", dice.

"Bueno" digo. "Y sabe que el canta muy bien cuando supera la ansiedad".

"¿Así que no tienes más secretos que me estás ocultando?" Él pide.

"No, puedes estar tranquilo", le digo.

"Tengo que volar antes de que Gime empiece a buscarme", dice y me besa.

"Bien", le digo con tristeza. Nico y yo saludamos y él se va a su casa.

Después de que Nico se va, pienso en una idea y llamo a Agus. Le pido que venga a mi casa y al cabo de un cuarto de hora llega.

"Hola" digo cuando le abro la puerta.

"Hola, ¿todo está bien?" Él pide.

"¿Si porque?" Estoy preguntando.

"Te escuché por teléfono y suenas estresada, así que me apresuré", dice. "Pensé que tenías un ladrón o algo así".

"Siento haberte estresado" digo y me río. "Tuve una idea tan buena que tenía que decírtelo".

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