CAPÍTULO III : La Maldición

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Pronto se acercó una maga del reino, más bien todos en el reino la consideraban una bruja a la cual se le tenía que tener cuidado

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Pronto se acercó una maga del reino, más bien todos en el reino la consideraban una bruja a la cual se le tenía que tener cuidado.

Sondaya al verla se limpió sus lágrimas de sus ojos y con una reacción de enojo gritó :

-¿QUÉ HACES AQUÍ?

La maga con una sonrisa demasido misteriosa se acercó levemente cada vez a  Sondaya hasta cuando llegó a su oído con una voz demasido baja exclamó :

-Tranquila, el rey es un ser repugnante y sé que el mandó a matar a tu hermana.

Sondaya de puso pálida tal fantasma al escuchar las palabras de aquella viejecilla con mala pinta.

Entonces ella con una voz quebrada mirando hacia la bruja exclamó :

-Cococo¿Cómo sabes que fue así?

La bruja tomó su capa azulada y la colocó bajo la cara de Sondaya. En eso ella misma pudo observar a bastante presión :

-¡ISABELLA! ¡ISABELLA!

-¿Qué tienes? ¿Por qué me gritas así? Tengo a un bebé en mi vientre, deberías ser más paciente.

En eso el rey David con su mano le suelta una cachetada a la reina ISABELLA hasta dejarla en el suelo.
Isabella se sorprendió de tal suceso que una con una voz de llanto exclamó :

-¿Por qué me estas haciendo esto?

-¡ME HAS TRAICIONADO VIL LACRA!
¡GUARDIAS! ¡GUARDIAS!

-Si señor

-Llevensela al calabozo.

Sondaya se quitó de sus ojos la manta azulada de la bruja y con espanto exclamó :

-MALDITO DAVID, LO ODIO TANTO TANTO TANTO DEBERÍA DE ESTAR MUERTO.

La bruja con una una voz de compresión tomó la cara de Sondaya con sus arrugadas manos y exclamó :

-Pues claro que si perlita, yo te puedo ayudar.

Sondaya con sus ojos rojos y su boca pidiendo un oasis exclamó :

-¿Cómo me puedes ayudar?

La bruja exclamó :

-Me presento, soy Adel una maga que trabaja con la magia negra y blanca, mi instinto y llamado me trajeron hacia acá y creo saber el motivo de por que.

Mirando hacia dirección al sol exclamó con una voz demasido gruesa :

-VENGANZA.

Sondaya al escuchar tal exclamación suspiro fuertemente hasta tocar un profundo fondo que jamás había tocado su alma y su ser.

Se levantó del césped y mirando fijamente a la "maga" Adel y exclamó con una sed de venganza :

-¿Qué hay que hacer?

A lo cual la maga Adel dio un chasquido y pronto aparecieron en su casa.

-Oh Sondaya, mi trabajo como maga no es nada fácil y sencillo debes de tomar en cuenta que el precio a pagar no es nada gratuito y mucho menos barato.

He de requerir tres grandes pagos, tres grandes privilegios, que para tu amiga Adel los conserva como proverbios.

Cada uno de lo diré como una rima y tú tendrás que adivinar cada requerimiento

El primero de ellos.

Emociones se sienten
Circulan nuestros sentimientos
Color de la pasión le dicen
Tiembla cuando se ven lamentos.

El segundo de ellos.

No ha de faltar saberlo para entenderlo
Una pregunta se ha hecho
1,100 o 1000 años
No sabemos cuándo nos detendremos.

El tercero de ellos no te lo diré con una rima, te lo diré directa.

Con una voz demasido tormentosa la anciana Adel exclamó :

-NECESITO UN CABELLO DEL REY DE ZENDA, UNO SOLO.

Sondaya no podía comprender ninguna de las rimas de la maga Adel pero su hambre de venganza estaba cada vez más en la mente de aquella chica que antes era incapaz de romper un plato.
Se quitó su bolso pequeña capa y soltó de ella un cabello castaño, el cabello dey rey David y se lo dio a la maga.

Adel con una risa macabra hizo firmar a Sondaya el contrato de maldición hacia su infeliz y cruel cuñado David, cuando ella lo firmó sucedió algo que inesperadamente no se esperaba Sondaya.

La bruja Adel tomó el cuello de aquella enfermera  miserable y sin ninguna misericordia ahorcó a aquella chica hasta dejarla morada en el suelo.

Sondaya había caído sobre el suelo, con una cara de espanto, con unos pies más fríos que el mismísimo invierno.

-SONDAYA ¡OH SONDAYA! DISTE LA VIDA, EL SEGUNDO REQUISITO QUE PEDÍ PARA CONVERTIR AL REY DAVID EN LAMENTOS.
LÁGRIMAS SALADAS DERRAMASTE AL VER TAL SUCESO, LÁGRIMAS SALADAS REPROCHASTE HASTA AHOGATE, CON LÁGRIMAS SALADAS ALIMENTARE TÚ SED DE VENGARTE. - Exclamó Adel después de ver fijamente el terrible rostro frío de Sondaya.

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La princesa de salDonde viven las historias. Descúbrelo ahora