MY HERO ACADEMIA SHIPS (one shots)

3. Bakugo x Todoroki

De rivales a amantes

Rivales. Esa era la mejor palabra para describirlos.

Desde que se graduaron, ambos habían estado compitiendo para ganarle al otro y ser los mejores en la Academia U.A.

Ahora en el presente, los dos estaban en una buena compañía de héroes y no sólo eso, sino que diferentes empresas de modelaje también les llamaban. El rubio accedió a ello, después de ver la imagen de Todoroki en la portada de su revista de héroes favorita. Eso lo enfureció y quiso llegar más lejos que él.

Las luces de la sesión de fotos brillaban intensamente, proyectando sombras dramáticas en los rostros de los héroes. Bakugou ajustaba el cuello de su chaqueta con un gesto brusco, tratando de ignorar el susurro de admiración que se escapaba de los labios del equipo de producción cada vez que Todoroki posaba.

El hijo de Endeavor parecía nacido para esto. Su cabello bicolor contrastaba perfectamente con el fondo oscuro, y la mirada serena y profunda que ofrecía a la cámara hacía que todos los presentes se quedaran sin aliento. El rubio apretó los dientes, intentando sofocar la rabia que hervía en su interior, aunque una parte de él disfrutaba al ver cómo Todoroki captaba toda la atención. Siempre había sido su rival, pero también sentía una especie de posesión sobre él, como si su competencia constante les hubiera unido de una manera que nadie más podía entender.

Sin embargo, algo en el ambiente comenzó a cambiar cuando uno de los asistentes se acercó a Todoroki, hablándole en voz baja y riendo suavemente mientras le ajustaba la chaqueta. La sonrisa en su rostro, aunque pequeña, fue suficiente para que Katsuki sintiera una punzada de molestia en su interior. No podía evitarlo; verlo interactuando con alguien más, siendo tocado por alguien más, despertaba en él una furia irracional.

-¿Qué pasa, Bakugou? ¿Celoso?- Su voz lo sacó de sus pensamientos, notando la mirada oscura del rubio que lo seguía desde el otro lado del estudio. Pero esta vez, el tono no era burlón, sino más bien desafiante, como si estuviera midiendo la reacción de Bakugou.

-¿Celoso de ti?- Katsuki bufó, cruzándose de brazos. -No me hagas reír, medio y medio. Solo estoy cansado de que todos estén tan deslumbrados por esa cara de ángel tuya.-

Él lo miró fijamente, sus ojos heterocromáticos reflejando una mezcla de emociones que el rubio no supo interpretar del todo. Pero había algo diferente en esa mirada, algo que lo descolocaba y le hacía sentir un cosquilleo incómodo en el estómago. Quizás había algo más detrás de la calma que siempre mostraba su rival. "¿Acaso lo que sentía por él es rivalidad?"

-Sabes, Bakugou,- comenzó este, dando un paso hacia él, -no tienes que demostrarle nada a nadie. Eres increíble tal como eres.-

El rubio sintió un extraño calor extendiéndose desde su pecho hasta su rostro, algo que no tenía nada que ver con su quirk explosivo. Desvió la mirada, sintiendo que el ambiente a su alrededor se volvía más denso. Por un segundo, la idea de que Todoroki pudiera estar diciendo la verdad lo desarmó. Después de todo, siempre había sentido que tenía el control de la situación. Todoroki era su rival, su objetivo. Al superarlo, se aseguraba de que siempre estaría a su merced.

-¿Por qué me dices eso ahora?- Gruñó, con la voz notablemente más baja.- ¡Ya lo sé!

El heterocromatico se encogió de hombros, como si fuera lo más sencillo del mundo. -Porque es verdad. Y porque... no sé, tal vez deberíamos dejar de vernos como rivales todo el tiempo.-

Hubo un silencio tenso entre ambos, solo interrumpido por las indicaciones del fotógrafo que seguía trabajando, ajeno a lo que estaba ocurriendo. Katsuki sintió que el suelo se tambaleaba bajo sus pies, como si la competencia que había definido su relación estuviera a punto de desmoronarse, dejando algo más expuesto.

-¿Qué estás diciendo?- el rubio lo miró de reojo, su voz sonaba más vulnerable de lo que le hubiera gustado.

-Que tal vez... podríamos ser algo más que rivales.- Todoroki dijo esto en un tono calmado, pero sus ojos revelaban algo más intenso, algo que resonó en el corazón de Bakugou. Había un brillo en sus ojos que no había visto antes, y le hacía preguntarse si él había sentido lo mismo todo este tiempo.

El rubio frunció el ceño, como si estuviera intentando procesar la información. El Todoroki que conocía siempre había sido frío, calculador, un rival implacable. Pero ahora, esa misma frialdad parecía haber dado paso a una calidez inesperada, una que el rubio no sabía cómo manejar. La idea de que el heterocromatico pudiera estar celoso de alguien más, de que pudiera desear algo de él que no fuera solo competencia, lo desconcertaba y a la vez lo llenaba de una extraña satisfacción.

Todoroki dio otro paso adelante, y Bakugou sintió su respiración detenerse por un instante. El espacio entre ellos se redujo a apenas unos centímetros, lo suficiente para que pudiera sentir el calor que emanaba del otro héroe. Por primera vez, no sintió la necesidad de retroceder. Estaba empezando a darse cuenta de que, quizás, siempre había querido tenerlo cerca, no solo como rival, sino como algo más.

-¿Qué estás haciendo, medio y medio?- Murmuró Katsuki, su voz llena de una mezcla de desafío y confusión.

-Lo que probablemente debería haber hecho hace mucho tiempo.- Su voz era suave, pero cargada de una intensidad que hizo que el corazón del rubio latiera con fuerza.

Antes de que Bakugou pudiera responder, Todoroki inclinó ligeramente la cabeza y presionó sus labios contra los suyos, en un beso que fue tanto inesperado como inevitable. No había urgencia, solo una conexión que ambos habían estado evitando durante demasiado tiempo. El calor del beso era algo que Katsuki no había anticipado, y por un momento, sintió que todo lo que había creído saber sobre su relación con él se desmoronaba.

El rubio se quedó congelado al principio, sus instintos luchando contra la realidad de lo que estaba sucediendo. Pero, lentamente, permitió que sus ojos se cerraran y correspondió al beso, aunque de manera torpe y vacilante. Todoroki, siempre tan controlado, mostraba una vulnerabilidad que le era completamente desconocida. Esa revelación fue lo que permitió a Katsuki dejar de resistirse y entregarse al momento.

Cuando finalmente se separaron, ambos permanecieron en silencio, respirando con dificultad, como si las palabras fueran innecesarias en ese momento. Todoroki tenía una pequeña sonrisa en su rostro, una que logró desarmar por completo las barreras que el rubio había levantado durante años. Bakugou, por su parte, se sentía extrañamente tranquilo, como si el beso hubiera resuelto una tensión que ni siquiera sabía que estaba ahí.

-Tal vez... deberíamos dejar que las cosas cambien un poco.- Susurró el de ojos heterocromáticos, sus palabras llenas de promesas de un nuevo comienzo.

Katsuki lo miró a los ojos, asintiendo apenas, sin necesidad de más palabras. Porque en ese momento, ambos sabían que su relación ya había cambiado, y que, quizás, ser rivales no era lo único que estaban destinados a ser. Aunque todavía no estaba dispuesto a admitirlo en voz alta, una parte de él ya había aceptado que había ganado algo más que una simple competencia.

Los focos seguían brillando, pero para él rubio, el mundo entero había cambiado de color. Y por primera vez, no le importaba compartir el protagonismo con Todoroki.