MY HERO ACADEMIA SHIPS (one shots)

6. Bakugo x Midoriya

Más que admiración.

-Narrado por Midoriya Izuku

Todo comenzó una tarde en la sala de estar, justo después de un entrenamiento especialmente agotador. El aire olía a sudor y esfuerzo, y todos estábamos prácticamente colapsados en los sofás y sillones, agotados pero satisfechos. La clase había sido dura, pero como siempre, todos habíamos dado lo mejor de nosotros.

Estaba sentado en el suelo, con la espalda apoyada contra el sofá y los brazos adoloridos. A mi lado, Ochako estaba estirada como si todo su cuerpo se hubiera fundido con el mueble, mientras Iida intentaba recuperar el aliento con respiraciones profundas y calculadas.

-Hoy casi me explotan las piernas -comentó Kirishima desde su esquina, secándose el sudor con una toalla-. Bakugo estuvo más... explosivo que de costumbre.

Al escuchar su nombre, mi cuerpo se tensó ligeramente. Y justo en ese momento, lo vi entrar. Katsuki Bakugo caminaba por el pasillo con esa arrogancia característica, el ceño fruncido y los puños apretados como si siempre estuviera a punto de estallar.

No era un secreto para nadie que nuestra relación era complicada. Habíamos crecido juntos, y aunque Kacchan nunca había sido amable conmigo, había algo en nuestra conexión que siempre volvía a juntarnos, a pesar de todo lo que habíamos pasado. Aunque, últimamente, las cosas habían cambiado de una manera... extraña.

-¡Oi, Deku! -gritó Bakugo, cruzando los brazos sobre su pecho mientras se acercaba.

Sentí una mezcla de nervios y expectación, como siempre. Últimamente, cada vez que me dirigía la palabra, algo extraño ocurría dentro de mí. No era miedo, pero tampoco era exactamente comodidad. Era una especie de hormigueo en el estómago que no lograba explicar del todo.

-¿Qué pasa, Kacchan? -respondí, intentando mantenerme tranquilo.

Él frunció más el ceño, como si mi respuesta lo hubiera molestado. Pero claro, el rubio se molestaba por casi cualquier cosa.

-No te hagas el idiota, Deku. Hoy te vi -dijo, señalándome con un dedo amenazante-. Estabas intentando copiarme durante el entrenamiento, ¿verdad?

Abrí los ojos con sorpresa y negué rápidamente con las manos.

-¡No, no estaba copiándote! Solo estaba intentando mejorar mi técnica. Sabes que siempre intento dar lo mejor de mí, aprendiendo de los otros -intenté explicar, pero Bakugo ya estaba a punto de explotar, como siempre.

-¡Bah! -gruñó-. No me importa si intentas alcanzarme, pero nunca lo lograrás. Yo soy el mejor, y tú solo eres... ¡un maldito nerd obsesionado con tomar notas!

Escuché una risa ahogada desde el sofá, y cuando miré, vi a Kaminari cubriéndose la boca, intentando no soltar una carcajada.

-Vaya, Bakugo -dijo, con una sonrisa burlona-. Si no te conociera, pensaría que estás celoso porque Midoriya es mejor observador que tú.

-¡¿Qué dijiste, idiota eléctrico?! -gritó Bakugo, volteándose hacia él, sus manos comenzando a chispear con pequeñas explosiones.

-¡Nada, nada! -Kaminari levantó las manos en señal de paz, pero la sonrisa en su rostro no desaparecía.

Mientras el rubio bufaba y se cruzaba de brazos otra vez, volví a mirar a Kaminari, agradeciendo en silencio que al menos él supiera cómo desviar la atención de Bakugo cuando las cosas se ponían tensas.

-Deberías relajarte, Bakugo -dijo Mina, entrando en la conversación mientras se estiraba en el sofá frente a nosotros-. Quizás deberías invitar a Midoriya a entrenar juntos más seguido. Podrías enseñarle algunas cosas. Quién sabe, tal vez hasta se vuelvan... amigos.