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Toda la historia será narrada por la escritora.

ChangBin bajó en silencio, dejando a ChangBok dormido en su habitación. Al encontrar a su madre en el salón, respiró hondo antes de hablar. "Mamá, necesito hablar contigo", dijo en un tono serio, que hizo que Jin levantara la vista. Ella asintió con una mirada atenta. "En privado, si no es molestia", agregó, lanzando una rápida mirada a los asistentes en la habitación. Jin hizo un gesto, y los hombres no tardaron en salir, dejándolos solos.

"Más te vale que sea importante, porque tengo muchos pendientes y no quiero distracciones ahora que estamos recibiendo invitados", comenzó ella, con un tono algo impaciente.

Sin decir más, ChangBin le mostró la búsqueda que había hecho en su teléfono. Jin leyó las palabras en la pantalla, y una sombra de preocupación nubló su expresión al comprender el significado. Levantó la mirada hacia su hijo, sus ojos llenos de una ansiedad apenas contenida.

"ChangBin..." susurró, su voz temblando un poco, mientras su mano se aferraba al teléfono.

"Voy a contratar logopedas de inmediato", le aseguró ChangBin, en un intento de calmarla. "No te preocupes. Por ahora, lo mejor es mantener la calma", agregó, tratando de sonar más confiado de lo que realmente se sentía.

Pero Jin negaba con la cabeza, la preocupación volviéndose evidente en su rostro. "ChangBin, aquí dice que después de los nueve meses los niños comienzan a entender palabras básicas, y Bok tiene dos años. A esta edad... Debería al menos decir 'papá' o intentar comunicarse", dijo, con un temblor en su voz mientras sus ojos se llenaban de lágrimas que no lograba contener.

ChangBin sintió una punzada de angustia al ver a su madre tan afectada. Se acercó y, con ternura, la envolvió en un abrazo, como si con ello pudiera protegerla de los temores que también lo asediaban. "No pienses lo peor, mamá", susurró, aunque en el fondo él mismo temía que su hijo pudiera tener algún problema serio, quizás incluso auditivo.

Jin se apartó suavemente, secando sus lágrimas. "ChangBin, no solo me preocupa su salud", admitió, mirándolo con una seriedad que él no esperaba. "Piensa en nuestra imagen. La gente siempre está observando, comentando... Si hay algún problema, no podemos permitir que se convierta en un escándalo. Tienes una presentación importante en unos meses, y todo tiene que estar bajo control"

La franqueza de su madre lo sorprendió, y una mezcla de incomodidad y responsabilidad se apoderó de él. Mientras que para ChangBin su prioridad era la salud y bienestar de ChangBok, su madre comenzaba a ver la situación desde otro ángulo, uno que involucraba la presión de las apariencias y la imagen familiar.

"Lo que sea necesario, lo haremos discretamente, mamá", murmuró, intentando calmarla. Pero en su interior, el miedo seguía creciendo, al igual que la responsabilidad de proteger a su hijo de cualquier juicio, mientras ambos enfrentaban una realidad que podría ser más complicada de lo que estaban preparados para aceptar.

Tal como prometió, ChangBin contrató a una nueva logopeda para trabajar con ChangBok. La mujer, profesional y con una presencia cautivadora, se presentó y comenzó su sesión mientras ChangBin atendía una reunión importante, confiando en que esta vez el proceso sería diferente.

Sin embargo, apenas un rato después, la logopeda salió apresurada de la oficina, claramente molesta. "Es un niño imposible. No puedo soportar su comportamiento. Renuncio", dijo, acomodando su bolso con una expresión de agotamiento. Ni siquiera se detuvo a escuchar a ChangBin, quien suspiró profundamente al ver su reacción.

Al regresar a su oficina, ChangBin encontró un completo desorden. Papeles esparcidos, crayones rotos y el peluche favorito de ChangBok tirado en el suelo. Con una leve sonrisa de resignación, se acercó a su hijo, que permanecía sentado con el ceño fruncido y los brazos cruzados, el rostro expresando una mezcla de enfado y tristeza.

Unforgettable Love [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora