si suelto tu mano (te irás volando) ;; natzu

cuatro.

Hay algo atorado dentro de la garganta de Tzuyu.

─Tzuyu-yah ─comienza Nayeon, frunciendo el ceño cuando se encuentran en la cafetería durante uno de sus días libres de nuevo ─ ¿Estás bien? No te ves tan bien.

Una mano en su frente, moviéndose por un lado de su cara para presionar contra su esternón. Los ojos de Tzuyu se mueven hacia adelante, brutalmente arrancados de su ensoñación. Nayeon está sentada frente a ella, cubierta de la cabeza a los pies nuevamente. Esta vez, Tzuyu está haciendo lo mismo. Nunca pueden ser demasiado cuidadosas. La última vez que fueron vistas en público, su tiempo juntos se acortó para acomodar a los fanáticos que querían tomar fotografías. Y aunque Nayeon lleva un gorro morado y la mitad de su cara está cubierta con una máscara negra, Tzuyu no puede evitar pensar en lo hermosa que sigue siendo, a pesar de la obstrucción.

─Oh ─murmura Tzuyu, sintiéndose repentinamente muy caliente ─ ¿Qué estabas diciendo?

Nayeon señala su rostro con los ojos entrecerrados. ─Parece que tienes fiebre ─dice.

─ No es cierto.

─Tzuyu-yah ─Nayeon hace pucheros─. No te esfuerces demasiado. Mucha gente se preocupa por ti, ¿sabes? Es malo si te enfermas.

Tzuyu vuelve a sentir ese algo en la garganta. No sabe qué es, pero se siente importante. Ella levanta una mano y se frota el cuello. Palabras... No es buena con las palabras. Ella desearía serlo. Quizás entonces, podría decirle a Nayeon lo agradecida que está por su amistad, aunque a veces puede ser muy difícil.

─¿Te preocupa actuar en los MAMA? ─pregunta Nayeon, retirando su mano y tomando el control de la conversación una vez más. Ella siempre lo hace por el bien de Tzuyu.

─Sí ─responde Tzuyu, agradecida por el cambio de tema. Se agacha y toma un sorbo de su bebida ahora tibia. Esto siempre sucede cuando está con Nayeon. El tiempo parece pasar rápido cuando están juntas. A veces, ni siquiera puede creer que ha sido amiga de una de los idols más populares de la industria durante más de unos meses.

─No lo estés ─continúa Nayeon ─. Solo empeora si lo piensas demasiado ─hace una pausa, contemplando ─. Cuando me presenté por primera vez en el escenario para nuestra canción debut, casi vomito de antemano. Jeongyeon y Jihyo tuvieron que calmarme.

Tzuyu la mira. Es la primera vez que Nayeon menciona el trabajo. Nunca hablan de trabajo cuando están juntas. Al principio, pensó que era extraño, pero no preguntó sobre ello.

─¿Cómo te calmaron?

Nayeon se encoge de hombros.

─Los errores son lo que nos hace humanos ─responde, mirando su bebida ─. En esta industria, nuestros fanáticos a menudo olvidan que también somos humanos. Mis miembros me recordaron que no soy perfecta, así que no debería obligarme a serlo ─luego sonríe, aunque no llega a sus ojos ─. Lo siento, sé que no hablamos mucho de trabajo.

Tzuyu siente como si le hubieran dado un tirón en el corazón.

─Unnie ─dice, pero no le siguen las palabras. Ella no sabe que decir. En cambio, se acerca y pone una mano sobre la de Nayeon.

La mayor levanta la palma de la mano para entrelazar sus dedos.

─Está bien, Tzuyu-yah ─dice ─. Este es el mundo en el que trabajamos.

─¿Puedo preguntarte algo?

─Por supuesto.

Tzuyu frunce los labios. ─¿Cómo es que nunca me hablas de trabajo?