Un Omega - Larry Stylinson

Capítulo 8

Narrador omnisciente

Los días pasaban y la pareja enlazada se mostraba muy feliz, todo era muy color de rosas para Harry, hasta que se empezó a preocupar porque su omega se veía y sentía raro.
- Seguro que estás bien, Lou? – lo abraza para hacerlo sentir bien.
- Seguro Harry, simplemente debió ser lo que comimos anoche. Sabes que tengo un estomago muy sensible – dejó un besito en el cuello de su alfa.
- Bien, pero si hasta mañana te volves a sentir mal, vamos a ir al médico. No importa lo que digas, me preocupa.
- Está bien alfa, pero no te preocupes, realmente estoy bien.
- Mmm, bien. Me voy a dar clases, cualquier cosa me llamas, yo vengo corriendo – lo besó.
- Si alfa. Anda tranquilo, te amo.
- Te amo más omega – se despidieron con un beso.

El resto del día se baso en Harry llamando a cada rato a Louis para preguntarle si estaba bien y si había comido, el omega le decía que sí, pero realmente era mentira. Se tuvo que acostar a dormir porque había vomitado lo que comió, de nuevo.
Se pensarán ¿Cómo hizo para que Harry no lo sienta por el lazo? Fácil, Louis sabia como bloquear sus emociones y mandarle solamente tranquilidad al alfa.

***

No puede ser, no estoy listo. No quiero pasar por esto de nuevo – pensaba el omega.

Se encontraba sentado en el suelo el baño, esperando la prueba de embarazo.
Cuando pasaron los 10 minutos, el omega se levanto y fue directo al lavamanos. No lo podía creer. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Estaba embarazado, iba a tener un hijo con Harry, con su alfa. Estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta que Harry había entrado al departamento hasta que lo escucho decir su nombre. Escondió rápido la prueba y salió del baño a recibir a su alfa.
- Hola mi dulce omega. ¿Cómo te sentís? – lo abrazó.
- Hola alfa, estoy bien, un poco mejor – le sonrió.
- Esta bien, ¿comiste algo?
- Si, recién comí unas frutas – mintió – así que no tengo hambre.

Harry lo miraba conuna sonrisa en su rostro, todavía no podía creer que ese omega tan maravillosoera suyo, que él era su alfa. Estaba tan feliz, pero por ahí dicen que lo querápido viene, rápido se va. ¿No?