La vida de Gwendolyn Swan nunca fue fácil, siendo bruja debía odiar a los vampiros, pero contrario a su deber se enamoró.
¿Stefan o Edward?
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Hola soy Mayra, y vengo otra historia crossover, espero que les guste :)
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Había pasado una semana entera desde su huida de Forks. Si, Gwen había huido de su hogar, por un vampiro frío. Su madre no había tenido nada en contra de su visita inesperada en tiempo de escuela, pero si le había dado un pequeño regaño porque ahora debía ponerse al día.
Además de eso, ahora Gwen tenía que soportar estar en el cumpleaños de su hermana mayor, Bella cumplía 17 y según lo que había escuchado la noche anterior en la cena, planeaba ir hacerle la vida imposible en unos meses, bueno no lo había dicho así, pero Gwen lo imaginaba como tal.
—las rosas son rojas, las violetas moradas y tu me recuerdas a gallinas deshuesadas. —Gwen sonrío después de leer la tarjeta de cumpleaños que encontró en la tienda de la esquina de su casa— Y decían que no encontraría una tarjeta para Isabella.
Al regresar a su casa con la tarjeta y una caja de chocolates (favoritos de Bella), subió a su cuarto casi corriendo al ver a su abuela y tías en el pateo de atrás junto a Renee y Bella. Hoy era el cumpleaños de la última y la había estado evitando durante casi todo día, pero ahora con su abuela ahí, ya no podía seguir pasando desapercibida.
—debe haber algo que me ayude...
Sacando el Grimorio de su familia materna de debajo de su cama, Gwen colocó el viejo libro sobre su escritorio, se sentó en su silla y empezó a leer rápido hoja por hoja.
—hechizo de duplicación. —leyó emocionada la pagina— Puedo crear un falso doble que actué como yo. ¡Perfecto! Enviare a ese tipa a sufrir en mi lugar.
—tu madre y tus tías notaran el cambio.
Al escuchar esa voz, Gwen se giro en su silla y observó con pánico a su abuela, que estaba parada cruzada de brazos en el marco de su puerta.
—¡abuela Sara!
—Gwendolyn Millie Swan. —Sara la miro con regaño— ¿Qué estabas pensando hacer? Y porque no has salido al pateo a saludarme.
—lo siento abuela, pero tu sabes que no me llevo para nada bien con Isabella.
—cariño —Sara se acercó y coloco su mano en su hombro— si encuentras obstáculos debes superarlos. Eso quiere decir sin nada de magia.
