La vida de Gwendolyn Swan nunca fue fácil, siendo bruja debía odiar a los vampiros, pero contrario a su deber se enamoró.
¿Stefan o Edward?
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Hola soy Mayra, y vengo otra historia crossover, espero que les guste :)
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La visita en el invernadero había sido una actividad muy sosa para Gwen, pero se alegraba de tener a los Cullen a su lado para no aburrirse. No tenía Angela, porque ella aún no se acostumbraba a su "popularidad", ella se encontraba ahora con Mike, el único que la defendió de Jessica hace unos días.
Desde aquel entonces el grupo de amigos estaba dividido pero no se parado, Gwen incluso por eso y por Bella pasaba menos tiempos con ellos.
Y no era el único problema en el entorno, pues resulta que hace poco habían empezado a suceder cosas extrañadas, desapariciones más que todo. Los Cullen estaban investigando, pero Gwen se podía hacer una idea de lo que sucedía por los informes de Charlie.
—detén el auto Edward.
Asintiendo el vampiro empezó a estacionar su volvo mientras Gwen observaba angustiada por la ventana el auto de su padre encendido frente a la comisaria.
—¿Qué sucede? —le preguntó Edward mirando de ella hacia la comisaria.
Gwen miro la hora en su celular, "las 21:05".— El turno de papá debió terminar hace una hora.
—eh...
Edward entrecerró sus ojos estacionándose.
—¿que? —le preguntó Gwen.
—el auto de mi padre... ¿Qué estará haciendo aquí?
Ambos bajaron del auto a la misma vez, justo cuando Carlisle salía de la comisaria serio. Los chicos se acercaron al mayor haciendo que este los mire.
—Carlisle ¿Qué pasa?
—Waylon Forge. —contestó Carlisle parando de caminar frente a ellos— estaba en el vote, cerca de su casa. —miro a ambos afligido— Acabo de examinar su cadaver.
—demonios. —maldijo Gwen antes de pasar sus manos por su rostro tensa— Waylon era buen amigo de papá. —bajo sus manos para ver a ambos vampiros— Discúlpenme, pero debo ir con mi padre.
—no te preocupes Gwen, él te necesita ahora. —la calmó Carlisle con una sonrisa paternal.
—mañana te recojo sin falta. —le prometió Edward en despedida.
—si, nos vemos.
Asintiendo Gwen se dio la vuelta y se apresuro a entrar a la comisaria. Una vez dentro saludó a la recepcionista y caminó hacia donde recordaba de memoria el despacho de su padre. Al llegar, paro en seco al encontrar a Charlie sentado observando la pantalla de su computadora melancólico.
