La vida de Gwendolyn Swan nunca fue fácil, siendo bruja debía odiar a los vampiros, pero contrario a su deber se enamoró.
¿Stefan o Edward?
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Hola soy Mayra, y vengo otra historia crossover, espero que les guste :)
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Los días habían pasado más rápido de lo que esperaba Gwen, porque cada vez se acercaba el día en el que su hermana mayor llegaría y le arruinaría la vida. Ella haría el mismo intercambió a Phoenix, de no ser por Edward, con él ahora en su vida era imposible dejar Forks.
—Sé lo que eres. —admitió Gwen en voz baja. Observando el semblante preocupado e incómodo del vampiro— Y es bastante obvio para una persona sobrenatural como yo, la verdad. —comento con humor mientras tiraba a un lado su mochila— No tengo ningún problema con tu vampirismo.
—¿no?
—No, eres un vampiro manso. —la bruja bufó moviendo su mano delante de él sin importancia— ¿Qué daño puedes hacerme? Y si quisieras te destrozaría los huesos o explotaría en fuego tu piel dura en un segundo.
—¿Qué eres Gwen? —Edward se acercó a ella con una mirada de interés e incertidumbre— ¿Por qué puedes bloquear tu mente? No eres un vampiro.
—nop. Soy una bruja. —confesó Gwen causando que el la mire incrédulo— Somos difíciles de conocer a menos que tengas contactos. —explicó caminando lejos de él y al ver una flor aún en un capullo se agacho rodeando esta con sus manos— Nosotras siempre andamos en aquelarres, es muy difícil que veas a una bruja sola a menos que este con algún vampiro por cobro. —cerró sus ojos concentrándose— Phasmatos Tribum, Melan Veras. Phasmatos Tribum, Veras Melan...
Cuando Gwen dejo de recitar el hechizo la flor de color rosa en sus manos creció rápidamente ante el asombro de Edward que caminó hacia la bruja para agacharse a su lado. Ante su presencia Gwen giró su cabeza hacia él para sonreírle con satisfacción.
—ahora ¿me crees?
—Yo.. tenía la esperanza de estar en el otro lado del país antes de todo esto. —confesó Edward haciendo que Gwen suelte una risita diciendo "por dos" — Pero no. Eres especial Gwen y no tengo la fuerza suficiente para mantenerme lejos de ti.
—aw eso fue dulce. —Gwen alejo sus manos de la flor para apoyar su rostro ahora en ellos. Viendo como Edward le sonría levemente— Tienes una bonita sonrisa.
