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¦ romance ¦ lenguaje vulgar ¦mención de sustancias tóxicas ¦



















En temporada de otoño en Corea. Las ojas de los árboles caen y se esparcen por todo el suelo, haciendo tropezar a alguna que otra persona torpe y apurada. El clima es algo frío y el viento es más regular en esta temporada. Algo que no a mucha gente le gusta. En especial el joven estudiante que reprocha por lo revoltoso que se vuelve sus cabellos por más que se haya peinado bien antes de salir. Su estrés aumenta cuando tropieza con las hojas y retrasan su camino.

— Malditas hojas sueltas — patea el montón de hojas — Se supone que deberían estar en los árboles no en el suelo estorbando — balbucea y hace un pequeño mohín

Avanza con rapidez para llegar a su destino a tiempo. Se levantó temprano, no entiende cómo es que le agarro la tarde, sus horas estaban bien contadas.

Llega a la preparatoria y sonríe al ver qué aún llegó a tiempo. Avanza hacía la entrada mientras se acomoda el saco que lo cubre del frío.

— Joven esos cabellos no son dignos de un peine — sonríe el guardia de la entrada sin alguna clase de gracia.

— Una disculpa, los vientos lo han desarreglado — dice mientras arregla como puede sus cabellos — De todos modos, no entiendo que tiene que ver con estudiar el cabello bien arreglado

— No lo sé muchacho, solo cumplo con mi trabajo y mi trabajo es ver qué los estudiantes cumplan con ciertas normas

Asiente sin reprochar más y sonríe para entrar al edificio. Para su tranquilidad, ve a alumnos entrar con apuro, no es el único que le entro la tarde. Hace una pequeña reverencia cuando se encuentra con algunos profesores por su camino y ellos le devuelven con una sonrisa.

Faltan unos diez minutos para que las clases empiecen, por lo que los pasillos se encuentran algo solitarios, si no fuera por alguno que otro grupo de alumnos.

Divisa por un momento a un grupo particular de estudiantes por los casilleros, aquellos que por lo general no siempre acatan el código de vestimenta o más bien el reglamento de lo que se puede o no llevar. Ellos usan chaquetas negras por encima de la playera blanca obligatoria y unas botas que si por alguna razón te llegasen a patear te reinician la vida de una. Se ven como un grupo típico de matones que no pueden faltar en las series televidences.

Bufa bajo restándole importancia y llega por fin a su casillero. Saca libros de las respectivas clases que le tocan rápidamente. Supone que no se encontrará con ninguna de sus amigos, debieron irse ya a sus clases. Error. A lo lejos los divisa. Ellos se dirigen a él.

— ¡Hey! — saluda sonriente

—¡Hey! — devuelve el saludo — Creí que no llegarías, ¿listo para entrar al infierno de estrés?

— Claro hyung, ¿Y tú? — pregunta devuelta

— ¡Ja! — bufa — ¡Yo nací listo! — habla con arrogancia

— Si claro — habla el más bajo de todos con un deje de ironía

— Vamos Jimin, ya no estés enfadado — habla de nuevo el mayor

— Tiraste mi pastel hyung — hace un gesto de enfado y se cruza de brazos

— Pero Jiminie — habla su amigo castaño — Hyung no lo hizo por maldad, solo quiere protegerte de ese tipo

— Tiene un nombre Taehyung — habla aún con molestia

— Da igual — rueda los ojos — ¿Qué tal y contenía algo malo? — enfatiza. Todos sabemos a qué se refiere.

Strewberry & Cigarrets [Yoonseok] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora