Un nuevo día y me mantenía igual que siempre, las drogas hacían que mi distorsionada mente callara por un momento y yo aún no aprendía a hacerlo, como siempre esa voz me daba los mismos consejos... Si te drogas todo será más fácil, mi cabeza gritaba que se callara mientras la misma voz hablaba, tome mi cabeza entre mis manos ¿cómo callo a esa voz?
- deja de hablar- grite en voz alta, volví a la realidad un poco asustada pero no había forma de callarme.
Después de un día de peleas mentales, me encerré en el baño con la luz apagada esperaba que al menos el silencio me ayudara a calmarme pero no era así, sin darme cuenta tenía una navaja cortando mi muñeca, veía la sangre salir y no sabía como lo había hecho, comencé a llorar sin saber por que... Entonces imágenes de los momentos más tormentosos de mi vida empezaron a aparecer cómo flashes, lo sentía tan real como sí todo volviera suceder de nuevo, sentí un ardor fuerte en mi pierna, sentí un fuerte dolor de cabeza y sentía como algo salía de mi boca como sí vomitará, apreció esa niña de nuevo, antes solía asustar a mi hermana diciendo que había una niña pequeña de pelo amarillo con bata blanca, siempre andaba descalza y aunque se veía tan tierna en mi imaginación sabía que era un demonio imaginario, apreció frente a mis ojos con los ojos rojos y entonces ella tomo mi cabeza por encima de mis manos quitandolas de su lugar, acaricio mi mejilla tan dulcemente hasta que abrió la boca, se veía un hueco e intentando que me soltara patalee para que lo hiciera pero me sentía atrapada, cerré los ojos esperando lo peor pero cuando deje de sentir los abrí de nuevo, no había nada y la luz estaba encendida perdía mucha sangre y sentía mi cuerpo frío, enrede mi muñeca con una venda y salí del baño esperando encontrar ayuda pero no había nadie en casa, baje las escaleras mareada pero entonces caí de rodillas frente a la puerta de la entrada.
-no me dejes morir- suplique, yo no quería hacer esto mi mente me traiciono.
Intente levantarme pero volví a caer, respire hondo y me di por vencida... Vi una luz blanca bastante brillante y apareció mi madre frente a mi, lloraba y levanté mi brazo esperando que me ayudara a levantarme pero ella no se movió, le suplique ayuda pero no lo hacía, no me ayudaba y pensando que mi madre disfrutaba de mi muerte cerré los ojos dejándome llevar.
Abrí mis ojos y me encontré en una habitación blanca, un hospital, mire mi muñeca y no había nada, el doctor apreció con una carpeta en mano, pregunte que había pasado y entonces el confundido pregunto si no recordaba nada, no, no recordaba nada más que el baño, la cortada en mi muñeca, la niña pero la cortada no estaba, entonces no morí frente a mi madre el doctor con cara de horror hablo... Llegaste gritando que morías, una niña pequeña te acompañaba pero la niña desapareció del hospital, tenías las pupilas dilatadas, las drogas te habían hecho entrar en pánico ¿las drogas? ¿ En qué momento me drogue?
-yo no me drogue doctor- dije con muy poca voz, el explico que me habían hecho un análisis y que pronto aparecería ahí que tenía que llamar a mis padres, tiempo después, después de decirle que mis padres no estaban llego con el análisis, no había ninguna droga dentro de mi, el pánico me invadió de nuevo me pare de la camilla y corrí hacia la entrada, abrí la puerta pero al salir me encontré en mi habitación.
- qué mierda!- grite desesperada tomando mi cabello entre mis manos, cansada de todo me tire en el piso llorando hasta que todo se puso obscuro y no supe nada más.