"Ellos eran el reflejo de muchas cosas. Unas personas rotas por la vida. Unas almas antiguas. Unos pilares que nunca se derriban. Unos niños, unos adultos. Podían ser unos ángeles o unos demonios...
Él era un ángel protector en busca del caos que tanto le hacía falta. Y el otro era un demonio en busca de paz..."Los hermosos ojos curiosos del pequeño infante contemplaban fijamente al enorme y precioso hombre que estaba frente a él, recorriendolo con la mirada de arriba a abajo, deslumbrado por la extraordinaria belleza de tan impresionante criatura.
El hermoso e imponente hombre vestido de negro frente a él, también miraba al niño fijamente escaneandolo con sus escalofríantes y frío ojos gélidos como dos tempanos de hielo, sus enormes alas de largas plumas negras a sus espaldas le daban un aspecto imponente.
-Disculpe mi buen señor ¿Usted es la Muerte?- le preguntó con una voz inocente ladeando la cabeza y componiendo una gran sonrisa como un cachorrito curioso.
-Tal vez...- respondió el hombre con una voz gruesa, varonil y poderosa que retumbó por toda la habitación creando un eco latente y lejano.
-¡Que genial! ¡Tiene unas alas muy bonitas! Y usted es muy hermoso- le sonrió el pequeño con sus ojos brillantes. Azrael alzó una ceja incrédulo, no era lo que normalmente decían al verlo- Si fuera mayor me casaría con usted, por cierto ¿Se va a llevar mi alma?- preguntó el niño colocando sus manos tras su espalda y balanceando su cuerpecito rítmicamente en un gesto infantil.
No había miedo alguno en él, no le importaba si moría o no.
Solo la curiosidad y la admiración se reflejaba en ese niño.
Y solo por un segundo, Azrael pensó en llevarse el alma de esa criatura para liberarlo del cruel sufrimiento que era la vida...pero no podía, un trato era un trato.-No- respondió el hombre con calma- Aún no es tu momento- dijo dando media vuelta para irse- Culpa a tu familia por el Inferno que vas a sufrir- susurró antes de desaparecer en una niebla oscura.
Stiles lo vió desaparecer en silencio.
Miró a su alrededor, vió los fríos cadáveres de su madre y su padre junto a un charco de sangre roja como el carmín que se regaba por el sucio suelo.
Ladeó la cabeza al ver las velas prendidas en la habitación, iluminando todo con sus luces centellantes, y el enorme pentagrama de sangre fresca que había en el suelo que indicaban el ritual impuro que hace poco habían llevado a cabo justo allí.
Stiles aún era un niño pequeño e inocente de 4 años...él no entendía nada de lo que estaba pasando.
Solo recordaba que sus padres lo habían puesto en medio de esa extraña estrella roja diciendole que se quedara quieto y luego se desmayó cuando empezaron a recitar extraños cánticos que aún retumbaban en sus recuerdos, cuando despertó sus padres estaban al parecer muertos y ese ángel de belleza extravagante y de enormes alas negras lo miraba fijamente.
Nadie lo sabía, pero Noah y Claudia habían hecho algo que creían correcto, sin embargo ellos no sabían que la decición que tomaron le quitaría más que la vida a su pequeño e inocente Stiles.
Lo último que vió Stiles antes de que lo golpearan en la cabeza, fue el rostro de ese despreciable hombre que sería el causante de su Infierno.
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-Él...ahí...
-Está...allí...
Ahí estaban esas voces otra vez.
Susurrandole como si fuera un clamor desesperado.
Llevaban casi tres días escuchando por donquier esas voces susurrantes que estaban por todos lados.
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En la cordura y en la locura
FanfictionDerek observó con fascinanción los ojos de ese hermoso y roto chico frente a él. Son los ojos de una persona que ha perdido por completo su cordura y que reflejaban un alma destrozada, perdida y que no conocía nada más que las cuatro paredes que lo...