CAPÍTULO 67

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—¿Te encuentras bien? —le pregunta, aún sintiéndose insegura de estar allí. No sabía cómo comportarse con Karin. Antes no la había ido a visitar por la misma razón, pero ahora estaban las cosas peores. Casi todos del elenco ya habían visto el vídeo y ella también. 

—Ya te vale a ti también. ¿Por qué han venido? —respondió con voz trémula, acurrucándose más en el mullido sillón de su sala. Desde que las dos chicas habían entrado en su casa no había dejado de verlas sin perder algún detalle de lo que fueran a decir o hacer. No sentía la misma confianza con ellas que a la de unos meses atrás.

—Solo queríamos ver si no se te habían cruzado los cables —Hinata miró mal a su amiga por lo que acababa de decir. Desde que llegaron, Temari había sido la única en hablar por las dos. Ella no sabía que palabras utilizar luego de lo que vio ayer, se sentía fatal por Sakura. Cuando la encontró con Naruto, parecía tan destrozada, solo esperaba que las cosas con Sasuke se solucionaran de la mejor manera. Ya la había llamado un par de veces esa mañana, pero su celular estaba apagado. No entendía como las cosas habían llegado a esos extremos cuando hace solo unos meses, Karin era una persona totalmente diferente.

—¿También creen que estoy loca? —preguntó disgustada Karin, poniéndose a la defensiva. No se comportaría bien con amigas como esas. Todos le mentían, decían que la querían, pero no era así. Si fuera verdad, ellas hubieran ido a visitarla aunque sea una sola vez en todos esos meses. Pero no, nunca se acercaron por miedo a su locura.

—No. Pero sí bastante alterada.

—¿Cómo lo sabes, Temari? Ni siquiera has hablado conmigo antes que ocurriera esto. Has venido porque te lo han pedido, ¿verdad? —señaló, removiéndose incómoda en su asiento.

—Hinata y yo estamos aquí porque nos preocupamos por cómo te encontrabas, Karin —aclaró, sintiéndose culpable por las palabras de Karin, porque muy en el fondo creía que tenía razón de pensar así. Habían sido amigas desde hace varios años y no estuvo con ella en una de sus peores etapas como lo hiso muchas veces en el pasado.

Pero todos esos meses también habían sido demasiado duros para ella y sin poder contar con nadie por lo insegura que se sentía, fue aun peor.

Había revelado su secreto mejor guardado a la persona de la que estaba enamorada y no supo cómo dar la cara después. El terror la paralizó, tuvo tanto miedo de que la fueran a rechazar por lo que era, que se encerró en su mundo, se alejó de sus amigos y se hundió en una realidad cibernética en donde ella podía ser libre. En donde la conoció, a alguien que estaba viviendo algo parecido a ella.

—Mientes. Si están aquí es por el maldito en vivo que hice ayer. ¡No quieran verme la cara de idiota! —el grito de Karin silenció por unos segundos a las dos chicas, sentadas en el sillón de enfrente.

—Sí, estamos aquí por el en vivo, Karin —habló por primera vez Hinata, soltándose las manos para mirar a la cara a la pelirroja, su hermano les había advertido que no la alteraran—. En el en vivo que hiciste todos hemos visto algo que-

—Ahórrate tus palabras si vas a venir a sermonearme, Hinata. Ya he tenido suficiente de eso, ayer dije lo que quise y no me arrepiento —declaró con hostilidad. No quería que más personas le vinieran a echar en cara algo que seguía sin verle el punto malo que todos le reclamaban. Solo expresó lo que sentía.

—Esto no solo se trata de ti, Karin. Has dicho cosas de las cuales no eres la única afectada, Naruto ha de haberse sentido fatal con tu declaración. Y más con el tema de Sasuke, es su mejor amigo, Karin. ¿Cómo se te ocurrió hacer algo como eso público? Y en el estado en que lo dijiste.

Karin se quedó con las palabras en la boca. En cuando Hinata había mencionado el nombre de su exnovio, todo cobró un poco de sentido en su mente. Y por primera vez sintió que lo que había hecho estaba mal. ¡Qué le pasaba! 

DETRÁS DE CÁMARASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora