Capítulo 6

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A la mañana siguiente Hua Cheng ya no estaba, pero le había dejado algunos dulces en la almohada.

Xie Lian pensó en lo ocurrido camino a la escuela. Le debía una disculpa a San Lang y ahora debía comportarse bien. Eran amigos, no podía dejarse llevar. De pronto comprendía al protagonista de la novela histórica que leían. Se sentía culpable por aprovecharse de San Lang y de su amabilidad.

Pensaba que lo que sentía cuando lo veía era porque hace mucho tiempo que nadie era amable con él. Pero debía considerar los sentimientos de San Lang, tal vez ya estaba interesado en alguien.

Sus piernas temblaban al llegar al salón de clases, parecía que llegaba temprano no encontró a Hua Cheng en su asiento, esperó a que llegara pero no lo vio escuchó que la profesora de literatura daba por comenzada la clase.

Durante el resto de la clase estaba perdido en la lectura suspirando sobre los sentimientos del protagonista.

No fue hasta que la profesora pidió que Hua Cheng leyera una parte de la novela que Xie Lian se sobresaltó, se preguntó ¿en qué momento llegó? No sabía, el corazón de Xie Lian casi se le sale por la boca y no pudo evitar gritar "¡San Lang!", llamando por completo la atención de todos en la clase.

Hua Cheng sonrió y sólo le dijo que lamentaba haber llegado tarde.

Xie Lian sintió que era observado por todos y asintió con felicidad, no quería seguir interrumpiendo a Hua Cheng.

Xie Lian ahora se sentía extrañamente ansioso, al tocar la campana del receso no pudo evitar querer disculparse con Hua Cheng.

—Lo siento, mi comportamiento de ayer fue inadecuado —Xie Lian se temía que Hua Cheng pudiera haberse tomado mal lo ocurrido.

—No pasa nada Gege, no debes preocuparte.

—Pero yo... Hice algo que no debía, es algo que debías hacer con la persona que te gusta.

—Es cierto, ya tengo una persona que me gusta... —Xie Lian sintió que el corazón se le paralizaba.

—¡¿Realmente estás aquí de nuevo con él?! —Era la voz de Mu Qing y Hua Cheng le miró con desprecio, después de todo estaba interrumpiendo su tiempo a solas con Xie Lian.

—Ah... sí

—Y tú estás aquí, molestando de nuevo —dijo Hua Cheng.

Tomó de la mano a Xie Lian, entrelazó sus dedos y lo condujo lejos de ahí. Pero Mu Qing iba decidido a perseguirlos. Ambos se apresuraron por el pasillo y Xie Lian se dejó llevar hasta el armario de las escobas. Ambos se quedaron quietos y muy juntos esperando a que Mu Qing desapareciera.

Hua Cheng lo miraba sonriente, parecía divertirle escapar del ex-amigo de Xie Lian.

En cuanto pasó el peligro, Xie Lian recordó las palabras de Hua Cheng. Él ya tenía a alguien y lo que había hecho era incorrecto.

—Gege... yo...

Ambos estaban muy cerca de nuevo, pero Xie Lian trató de apartarse y abrió la puerta saliendo rápidamente.

—¡Lo siento! —dijo cerrándola tras de sí por los nervios —Recordé que debo hacer algo.

—Gege, puedo acompañarte.

—No, no, es... es muy aburrido... ¡Nos vemos luego!

Xie Lian corrió hacia donde nadie pudiera verlo. Aún tenía que pensar en la respuesta de Hua Cheng porque ahora le dolía el corazón y no entendía por qué.

Xie Lian se sentía un poco tonto sobre lo que había hecho, había besado a Hua Cheng de esa manera tan poco apropiada, tal parecía que como todos decían tenía un talento especial para ocasionar problemas a todos a su alrededor.

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