Capítulo 4

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Hua Cheng llegó a clases ese lunes, un tanto ansioso por ver a Xie Lian, después de ese fin de semana no supo nada de él cuando despertó solo en su cama le dio la sensación de que lo vivido esa noche había sido una mera ilusión.

Por más que esperó que Xie Lian llegara no llegó, el resto de la clase se le hizo tediosa y aburrida, miles de escenarios llegaron a su mente sobre el porqué Xie Lian no había venido a clases, vio su teléfono y no se resistió a escribirle.

"Gege."

Bien al menos era un comienzo, la verdad no estaba muy seguro de si preguntarle al respecto, después de haberle revelado su identidad Xie Lian parecía que había estado algo incómodo con él.

Hua Cheng pasó un buen rato sin recibir respuesta, pensó que realmente no quería hablar con él.

Hasta que a la hora del almuerzo recibió un mensaje.

"San Lang, Lo siento no respondí antes porque no tenía batería."

"Está bien Gege, solo quería saber si todo esta bien"

"San lang... nada está bien"

La respuesta de Xie Lian le dejó helado.

Su primera reacción fue buscar un lugar silencioso para llamarle, pero no respondió, entonces se planteó saltar la barda de la escuela para ir a verlo. Intentó llamar nuevamente varias veces hasta que al fin Xie Lian le respondió.

—Lo siento, todo está bien.

—Iré a verte ¿Fue tu tío?

—¿Mi tío? ¡No! ¡No!... por favor, no vengas.

—Puedo ayudarte. Puedes quedarte en mi casa si quieres...

—No, todo está bien.

—Pensé que estabas molesto conmigo.

—Tuve que volver a casa.

—¿Quieres jugar hoy? Si tu tío no está ahora, puedo saltarme las clases.

—Mejor juguemos en línea...

Hua Cheng descansó al escucharlo y saber que estaba bien pero le parecía sospechoso que volviera a faltar a clase.

—Puedo enviar a Yin Yu por ti, jugaremos en mi casa.

—Es que... no puedo salir de casa.

—De acuerdo, entonces juguemos en línea.

—Me encantará, me conectaré en la noche.

Hua Cheng no se iba a quedar tranquilo, así que cuando terminaron las clases reunió las tareas y se dispuso a dejarlas en casa de Xie Lian sólo como un pretexto para verlo. Pero cuando llamó a la puerta nadie le abrió.

Entró por detrás, y desde el jardín trató de adivinar cuál era la habitación de Xie Lian. Su tío no parecía estar en casa, así que trepó por la enredadera que se aferraba a una pared y luego caminó por las tejas debajo de una ventana abierta para entrar.

En cuanto corrió la cortina vio a Xie Lian sentado en la cama probándose un gorro de lana en plena primavera.

—San Lang... —lo miró sorprendido.

No esperaba que fuera hasta ahí.

—Estaba preocupado por ti.

Xie Lian entró en pánico y jaló el gorro hacia abajo tratando de ocultar su cabeza tanto como le fuera posible.

Hua Cheng notó lo extraño de su comportamiento y no pudo evitar con curiosidad lo que Xie Lian quería ocultar con tanto empeño, incluso evitaba mirarle a los ojos.

Herencia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora