Capítulo 10

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Su tío notó su ausencia unos minutos después, buscó en la casa y su primer instinto fue ir a buscarlo a casa de Hua Cheng.

Estaba furioso y cuando Yin Yu le abrió la puerta, exigió entrar para sacar él mismo a su sobrino. Yin Yu le aseguró que no estaba ahí y Hua Cheng bajó para enfrentarlo.

—No está aquí... y si lo supiera no se lo diría.

Hua Cheng llamó a un par de escoltas y Jun Wu tuvo que irse.

Ese encuentro despertó las alarmas de Hua Cheng y desplegó a todo el mundo para buscar a Xie Lian. Estaba angustiado y nadie parecía saber en dónde buscar.

Ahora Xie Lian estaba en el edificio abandonado donde Hua Cheng había pintado su arte y estaba dispuesto a acampar. Tenía miedo, estaba solo y quería llamar a Hua Cheng, pero quería lograr algo por su cuenta.

Hua Cheng llegó con premura a la escuela esperando al menos encontrar a Xie Lian pero nada que llegaba, Feng Xin y Mu Qing no tardaron en acercarse amenazantes, tal parecía que ellos también sabían de la huida de Xie Lian.

—Su tío está muy preocupado, ha venido a nuestras casas buscándole, algo le hiciste —dijo Mu Qing.

—Él no es el tipo de persona que haría algo como eso —secundó Feng Xin.

Hua Cheng rodó su ojo con molestia.

—Si Xie Lian tomó esa decisión no creen que algo debió pasar con su tío, están buscando culpables en el sitio equivocado si dicen estar preocupados por él y conocerlo.

Feng Xin apretó sus puños, estaba a punto de asestarle un golpe cuando el profesor llegó anunciando el inicio de las clases, todos volvieron a sus asientos.

Hua Cheng estaba realmente preocupado, Xie Lian debía estar en algún lugar, solo y desprotegido, no pudo con esa idea que se levantó a mitad de la clase tomando sus cosas y abandonando el salón de clases sin mediar palabra aunque el profesor intentaba llamarle la atención.

Mientras tanto Xie Lian había pasado su primera noche en un lugar abandonado como ese, de inmediato se había dado cuenta de que no lo pensó mucho al irse, tomó lo que creyó necesario pero realmente vivir en la calle no era tan sencillo, el frío de la noche le caló en los huesos aunque tenía un abrigo bastante grueso.

Sin esperarlo, alguien más había llegado, su sorpresa al encontrar lo que parecía ser su casa invadida, Xie Lian pensó que estaba en problemas, la linterna que traía aquella persona le dejó ver que también era un chico de su edad, pero él sí parecía tener algo más de tiempo allí.

—¡Vaya! No sabía que tendría visitas hoy- dijo con un tono divertido, tenía en su otra mano un bulto de periódico y lo que parecía una manta - Parece que tienes frío, ¿Es tu primera vez fuera de casa?

—¿Cómo lo sabes?

—Porque yo también me escapé - respondió con una sonrisa.

—Lo siento, no sabía que el lugar estaba ocupado.

Xie Lian se movió con cierto pesar. Creía que esa persona lo haría irse.

—Podemos compartir, además si dormimos cerca podremos cubrirnos mejor del frío.

—Gracias.

Xie Lian agradeció con una sonrisa y buscó algo en su mochila. Encontró algunos caramelos que le habían sobrado de toda la comida que Hua Cheng le había dado. Le entregó uno a su nuevo roomie.

—Me llamo... Shi Qingxuan ¿y tú? —tomó el caramelo con una sonrisa.

—Xie Lian, mucho gusto —dijo tomando su mano.

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