Epílogo.

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Un suspiro escapaba cada tanto de sus labios al mirar hacia la entrada del hospital, con desánimo miro hacia su mano izquierda y froto suavemente su anillo.

-Bebé -dijo en un murmullo, dejando su anillo y acariciando su abultado vientre de seis meses- dejate ver esta vez ¿si, por favor? -rogó bajito-

Desde que había estado llendo al control de su embarazo en ninguna ocasión su cachorro se había dejado ver, preocupando a ambos padres primerizos, que de no ser porque sus latidos eran fuertes y constantes ya hubieran muerto de ansiedad.

-Señor Tachibana -llamó una enfermera- el doctor lo espera-

Makoto asintió con una mueca de preocupación, Sousuke aún no llegaba.

Al ingresar el médico de hebras rosas le regalo una tenue sonrisa.

-¿Todo bien? -

El Omega se sentó y suspiro.

-Sou, aún no- -

Un casi desesperado toque en la puerta los hizo mirarse.

-Adelante -dijo el hombre-

Apenas término de hablar la puerta se abrió y por ella ingreso un sudado Alpha de hebras azabache.

-Lo-Losiento -miro con pena a su Omega- el trabajo- -

Un sorpresivo abrazo interrumpió la disculpa de Sousuke.

-Mako ¿que pasó? ¿estas bien? -

-Si, si -repitió el castaño con alivio- temí que no llegarás a tiempo, que no lo vieras -

El azabache de ojos aguamarina suavizó la mirada, acariciando los suaves cabellos contrarios con ternura.

Desde el momento que Makoto había decidido compartir su vida con él, y aunque aún no se habían podido casar, había decidido estar con él en todo momento y compensar sus anteriores errores pero más que nada que viera y sintiera todo su amor, que él enserio lo adoraba con todo su corazón.

-Jamás me perdería un momento tan importante -

El Omega asintió feliz frotando su cara contra el pecho del Alpha.

Una repentina y falsa tos llena de burla hizo separar avergonzado al castaño.

-¿Podemos comenzar tortolitos~? -

Con las mejillas sonrojadas Tachibana asintió.

Los minutos pasaron y tras verificar que todo estuviera en orden la pareja junto al joven doctor pasaron a realizar una nueva ecografía.

-Sou ¿y si no- -

Yamazaki nego ante los ojos triste de Makoto.

-No te preocupes, esta vez si se dejara ver -aseguró, acariciando el descubierto vientre- ¿verdad, cariño? -dijo con una sonrisa- esta vez tú padre podrá verte ¿cierto?-

El Omega rio ante las amorosas palabras del Alpha.

Sousuke era serio con todos, con el mundo en sí, pero cuando estaba con él y con su hijo sacaba su lado más dulce e infantil, llenando su corazón cada vez más de amor, atesorando con gran recelo cada gesto de su prometido.

-Oh, oh, oh -dijo con sorpresa el de cabellos rosa- pero que bebé tan obediente -sonrió-

Ante tales palabras el corazón de los futuros padres se aceleró.

-¿E-Entonces? -pregunto Makoto con nerviosismo y emoción-

El hombre sonrió.

-Felicitaciones chicos -quito el apartó- es una niña, una muy saludable y seguramente hermosa niña-

Tachibana rio cubriendo su rostro lloroso, felíz de la noticia.

En silencio Sousuke sentía como sus manos temblaban incontrolablemente.

Ante el mutismo del Alpha el Omega quito sus manos y lo miro con preocupación.

-Sou ¿tu .. no, no estas feliz? -

Yamazaki brinco y miro al de ojos verdes con preocupación.

-No, no, no -nego rápidamente el azabache, tomando al Omega de los hombros y abrazandolo- digo si, no, espera, Dios estoy tan felíz que siento que el corazón me va a explotar -confesó-

Makoto sintió como el cuerpo del de ojos aguamarina temblaba.

-Te amo, Dios, te amo tanto, tanto que repetirlo mil veces se queda cortó -se aferró al castaño-

Tachibana rio aliviado, por un momento temió lo peor.

-Hey, niños, aquí -dijo con una sonrisa mientras menear una pequeña fotografía en blanco y negro-

Sousuke nisiquiera lo pensó y se la arrebató, alzandola y mirándola con total devoción.

-Es tan pequeña -susurro-

En tan solo una corta frase, Makoto sintió todo el amor desbordar del Alpha

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En tan solo una corta frase, Makoto sintió todo el amor desbordar del Alpha.

-Sou -llamó-

Yamazaki se volteó y lo miro con ojos llorosos.

-Te amo ¿vamos a casa? -

El azabache asintió repetidamente.

Tras unas cuantas instrucciones más la pareja salió tomada de la mano.

-Makoto, gracias -dijo Sousuke-

Tachibana paró y lo miró con confusión.

-¿Que? ¿Porque? -

Sousuke estiró su mano y acuno su mejilla en ella.

-Por ser como eres, por perdonarme, por darme otra oportunidad cuando bien podías simplemente dar la vuelta e irte -

-Sou- -

-Me lo merecía -interrumpió, acercandose y dejando reposar su frente sobre la contraria- gracias por hacerme un mejor hombre, un mejor Alpha, Makoto, gracias por darme tu amor y el mejor regalo del mundo, gracias por darme una hija, por formar una familia conmigo, Te amo Mako-

Entre lágrimas el Omega se aferró al cuello del azabache mientras en un profundo beso le demostraba también sus sentimientos.

El sentimiento de un sincero y puro amor.

De uno que era solo para él y su hija.

De un amor incondicional.

No fueron el mejor inicio, quizás tampoco el mejor desarrollo, pero si fueron y eran una pareja que luchaba por mejorar cada día, por amar cada instante.

Por no tener un final, porque su amor jamás lo tendría.

Su amor sería eterno.





                              Fin.

Egoísta -SouMako-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora