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Alaska

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Alaska

Me llevaron a un tipo de granero donde solo había eno, uns cuantos barriles de metal y unas cajas muy grandes de madera.

-Calmate, por favor - me susurra Muñeco.

-¿Qué le estás diciendo? - pregunta Vito quien va entrando delate de nosotros.

-Que se calle si no quiere que la matemos anntes de tiempo.

Al oír eso me altero más, intento safarme del agarre del hombre tras de mi pero me es imposible.

-¡Que te quedes quieta, joder! - me grita Vito apuntandome con la pistola que lleva.

Yo me paro en seco al verlo, y abro mucho los ojo.

-Sigan - nos dice él hasta llegar a la mitad del lugar donde hay una silla.

Me sientan y con una cuerda me amarran de los pies con una cuerda para luego quitarme la cinta de la boca.

-¿Qué vas a hacer conmigo? - es lo primero que digo.

-¿No lo intuyes? - me dice Vito a un par e metro de mi - ¿enserio eres tan ilusa como pasa no saber que va a pasar? -se posiciona en con las manos al frente sosteniedo el arma y las pieras separadas.

Muñeco solo está detrás de él, mirando hacia todos lados.

Oigo unos pasos detrás de mi y luego unas voces que me hacen recnocer que se trata de las otras dos secueces.

-¿Por qué tardaron tanto? - les pregunta Vito.

-Lo siento, señor, no encontrabamos la llave de la puerte - responde Barbie mientras se paran frente a mi al igual que los otros dos - es que entre todas estas llaves no se sabe cual es cual.

-Pues tendran que probas una por una y ponerles nombres porque no podemos tener retrasos por cosas tan estúpidas como estás - les recrimina.

-¿Me vas a decir que demonios hago aquí? - le pregunto.

-¿Como me hablaste? - me mira fijamente.

-Lo que escuchaste

-¿Como te atreves a hablarme así? - dice esta vez acercandose a mi lo suficiente como para que su arma, que me apunta directamente a la cabeza, me roce la piel.

-Solo quiero saber para que me trajiste y cuanto tiempo tengo antes de morir - digo mientras Muñeco lo aleja de mi - porque al parecer eso es por lo que estamos aquí, ¿o me equivoco?

-Mira que inteligente eres, muñequita - dice con una sonrisa maliciosa - al parecer no eres tan inutíl como pensé.

-Lo mismo digo.

Él borra inmediatamente su sonrisa y vuelve a intentar acercarse a mí pero Muñeco lo agarra del brazo.

-Calmese, señor - lo regaña - si la mata antes de tiempo no podremos abrir la caja.

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