ObiKaka's little pieces

🌱 Enemies to lovers 🌱

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Obito odia cada centímetro, cada pizca de Kakashi desde que apareció en su vida, con su cara estriada que grita a todas luces: «Soy mejor que tú y ni siquiera me esfuerzo».

Ningún estándar humano parece importarle. Los halagos de Rin y Kurenai no le hacen ningún efecto, no se inmuta ante los comentarios desafiantes de Gai, y las felicitaciones del Cuarto apenas le provocan una sonrisa mal lograda.

Obito bufa y encuentra refugio en su trago de sake. ¿Cómo rayos se atreve Kakashi Hatake a actuar tan indiferente después de ser proclamado el Sexto Hokage?

Obito lo daría todo por estar en su lugar. De acuerdo, él no fue ningún pequeño prodigio, pero realmente se ha esforzado. La voluntad de fuego corre por sus venas. Protegió a la aldea incontables veces, ¡la cicatriz en su cara es prueba de ello! ¿Y todos simplemente decidieron que era mejor idea tener a Kakashi? ¿Al estirado Kakashi?

Rin le sostiene la muñeca cuando le ve intenciones de tomar otro trago. Su gesto es amable, piensa el Uchiha. Ese es el tipo de tacto que Kakashi nunca tendrá.

—Has tomado demasiado—indica la muchacha, adueñándose de la botella de sake—. Ya vamos a empezar, no querrás decir alguna tontería.

Obito hace una mueca, cruza por brazos y se recarga sobre el sillón.

—Yo solo diré la verdad.

La celebración oficinal había sido esa misma tarde, donde toda Konoha aclamó a su nuevo Hokage. Sin embargo, una reunión menos más informal se organizó en la casa del Cuarto, solo con las personas más allegadas a Kakashi.

¿Por qué contemplaron a Obito? ¡Quién sabe! Ser compañeros de academia nunca los convirtió en amigos. ¡Ellos son enemigos declarados!

—Como el eterno rival de Hatake Kakashi, yo empiezo—dice Gai, tomando al peliblanco estoico por los brazos.

Y comienza un pomposo discurso.

—... Eres la segunda persona más cool en la aldea, Kakashi. Te admiro por eso—concluye el de cejas tupidas.

—... excelente habilidad con la espalda y en el combate cuerpo a cuerpo— dice Asuma.

—... sabes mantener la calma ante cualquier situación— añade Kurenai.

—... maestro excelente de Sasuke Uchiha— sigue Genma, lo cierto es que Obito no quiere presar mucha atención.

—... y lograste que Naruto dejara de ser un cabezahueca—termina Anko, ganándose una mirada reprobatoria por parte del Cuarto—. Mil disculpas, Minato-sama. Pero no puede castigarme por decir la verdad.

Obito deja de escuchar a las demás personas hasta que la castaña a su lado (¡su mejor amiga, su confidente!) toma la palabra.

—... Siempre mantienes la calma. Sabes tomar la mejor decisión en los momentos difíciles. Naciste para ser Hogake, Kakashi. Estoy muy orgullosa de ti.

Auch.

Eso es doloroso.

Pero Kakashi no puede esperar que todo sea miel sobre hojuelas, claro que no. Cuando llega su turno para hablar, Obito, inhala hondo y se levanta.

—No puedo añadir nada más a todo lo que ya te han dicho—comienza, y los ojos de Kakashi se clavan fijamente sobre él.

Obito se siente mareado. Hay un chispazo de cosquillas en su estómago, pero probablemente solo son los estragos del alcohol. Enfoca a Kakashi y levanta su vaso vacío.