4. s u p p o r t

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" S o p o r t e "

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" S o p o r t e "

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Descubrió la respuesta de su malestar, pero temía tanto de su corazón, su amigo y compañero de la infancia siempre estuvo ahí para ella y no quisiera que eso se fuera, además de que ahora se interponía la chica al cual siempre estuvo enamorada desde la primaria. Ideo el plan de no pasar mucho tiempo con él y si eso fuera posible de Tobías, sabría que sus intenciones eran alejarse el haría lo posible para reunirlos nuevamente.

     —Pequeña ¿A dónde vas? —pregunta Jim quien veía a la chica retirarse después de las clases y no ir directamente al gimnasio de la escuela.

    —D-después del golpe de hace unos días mi tía decidió que descansara un poco, me dijo que si descansaba un par de días si me dejar participar en la nacional, por el momento Aja está a cargo de mi puesto—le responde mientras toma su mochila.

     —¿No quieres vernos participar? —Tobías le pregunta a lo cual ella niega con su cabeza.

     —Tengo que comer algo. —contesta. —tengo alimentarme mejor y no podría pasarme las comidas no hasta sentirme bien.

     —¡JIM!¡Tobías! —se escuchó la voz de Clara llamando a sus amigos.

     —Me tengo que ir, adiós chicos.

No termino a que la chica Nuñez llegara o al menos que sus amigos se despidieran de ella como normalmente lo hacen. Anda en su bicicleta para cuando ya está lejos decide andar por su propia cuenta, ve por ahí un restaurante pequeño de carpa verde, ya había comido ahí varias veces con su compañero y que más necesitaba que su comida favorita de ahí, dejo su bici aparcada y con su candado para luego entrar.

Uno de los meseros que entiende ahí le pide su orden ofreciéndole una bebida para acompañarla, acepta y espera su pedido, para cuando llega ella está tomando su jugo con precaución, aun siente que podría ahogarse en cualquier momento.

     —¿Puedo sentarme contigo? —escucha que le preguntan y se gira a ver quién es, es un chico alto, cabello negro con un mecho azul en su copete y vestiduras negras, ella se gira a ver a su alrededor, ve muchos asientos vacíos por que el escogería el suyo, le apena que este se sienta mal o excluido y ella solo asiente. —Gracias

El mismo mesero llega pregúntale la orden al azabache que apenas haía llegado, pasan algunos minutos para que le traigan su pedido, solo un trozo de tarta y un café, algo muy extraño para poder comer.  Ella agarra el pedazo del sándwich cortado en triángulos  con ambas manos, da un mordisco pequeño y mastica con lentitud..

     —Puedes comer sin ahogarte. —dice el chico degustando un pedazo de aquella rebanada de pastel de chocolate esas palabras hacen que pare de masticar y trague con miedo. —tus ojos, tus labios, tus nudillos, es poco pero se nota.

     —¿De que hablas? —pregunta intentado hacerse la incomprendida.

Toma su taza de café, toma un trago corto y de nuevo habla: —pétalos, sangre, no eres la única aquí.

     —T-tu ¿Lo tienes?

     —Lo tuve, alguna vez. —contesta en un tono de alivio. —también fui paciente de la doctora Eida, me ayudo un poco respecto a lo que tenía.

     —¿C-como te ayudo? ¿Qué hiciste? ¿Tu...

     —Dije mis sentimientos, lo dije y en sí pude liberarme. —responde ante la duda de la chica solitaria. — me daba miedo querer utilizar la medida quirúrgica, me arme de valor y lo dije. ¿Cuál es tu plan? —su mirada se distancia del chico, mira su vaso de jugo al cual ve los hielos moverse en el recipiente. —Aun no lo tienes, ¿No sabes quién es aun?

     —Tal vez, no lo sé. —contesta. —no puedes darte cuenta tan rápido ¿O sí?

    —Sí, si puedes. —Afirma el chico azabache—es claro que te das cuenta, a menos de que estés distraída. —al hablar su mechón se desacomoda y vuelve a pasarlo detrás de su oreja. —lo que trato de decir es que Hilda no te explico lo demás.

    —¿Hay más? —levanta la voz un poco alarmada ante su salud.

    —No  es sobre ti es sobre la otra persona. —la calma colocando las manos sobre la mesa. —hay en ocasiones en que el amor es unilateral, y la persona en cual se estar enamorada también le crecerán flores.

    —¿Q-que? —dice—entonces él, sufriera lo mismo que yo ¿Yo no podría hacerle eso?

    —T-tranquila, él está bien no pasara lo mismo que a ti. —le responde. —él o esa persona, solo tendrá las flores, nada de sangrados o dolores, pero eso te ayudara encontrarlo a menos de que ya lo hallas hechos. 

   —No, no lo he encontrado. —mi entre al azabache. — pero tengo que saberlo antes para terminar con esto.

   —Yo te ayudare encontrarlo. —dice el chico. —soy sobreviviente y uno de los primeros pacientes de Arcadía de la doctora Eida, yo la ayudo en ocasión y me doy cuenta de que lo tiene. —responde haciendo que ella lo miraba con incongruencia. —los síntomas o el estado físico. —mira, gira tu cabeza, el chico de la barra el del suéter naranja. —le indico haciendo que lo hiciera, un chico sentando en una de las sillas giratorias, vestía el suéter naranja de que azabache le había dicho, estaba degustando un café. —ese chico ya está en etapa terminal, supongo que será apto e ira con la doctora para que lo quite.

    —El hará que sus sentimientos...

    —Desaparecer, si es cruel pero muchos piensan demasiado que se les va el tiempo y esa es la ultima salida. —le explica—por eso estoy aquí para ayudarte, darte consejos y eso veme como un amigo.

    —G-gracias pero no se tu nombre. —ella le contesta.

    —Douxie Caspera, tu no me digas tu nombre ya se quien eres. —el que se había presentado dejo con la boca abierta a la chica— _____ Helpert, eres la de la competencias estatales de hace dos años, además la doctora Hilda me pidió que te ayudara.

    —Es un gusto Douxie. —la chica alza su mano para estrecharla con su nuevo amigo, este la toma y la mueven en forma de saludo.

Aunque para _____ se encontraba en un pequeño refugio en los consejos del chico de nombre Douxie, para quien estaba al lado del asfalto no lo era. En la ventana se podía ver el reflejo de Jim, estaba solo Tobías se había quedado con una de las amigas de Clara, él solo quería ver a su amiga pero la encontró que aquel chico de cabellos azabaches, suspira pero al parecer el aire le hace daño pues comienza a toser cubriendo la boca, ve su mano al sentir algo en ella dándose cuenta de unos pétalos  rosa, como aquella flor que encontró en cama.

ᴸ.ˢ | 𝐅𝐥𝐨𝐰𝐞𝐫𝐬  - jim lake jr.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora