14

585 83 29
                                    

Esa tarde era bastante helada.

Reki se encontraba envuelto en sabanas a la vez que hacia su tarea. Una llamada llego a su teléfono, lo tomo y vio que era Kaoru.

─Hola─saludo el pelirrojo de inmediato.

─Hola, oye, ¿de casualidad sabes resolver el ejercicio D de matemáticas? 

─Sí, te pasaré una foto por la respuesta.

─Gracias...

─Antes de que cuelgues─sonrió aunque  el pelirosa no pudiese verle─. Ayer fui con Langa al centro comercial, y los vimos a ti y a Joe en una tienda de─pensó un momento─ ¿sombreros? ─rio─ ¿Qué hacian ahí?

─Eh... Él me ayudaba a elegir un sombrero para mi abuela.

─ ¿Es en serio? ─se vio decepcionado por la respuesta─Que aburrido.

─ ¿Y qué esperabas que hiciéramos en una tienda de sombreros? ¿Coger?

Reki soltó una carcajada.

─No, pero al menos algo más interesante, como una cita.

El pelirrojo escucho un suspiro por parte de su amigo Cherry.

─No, creo que en realidad no le gusto. Bueno, me voy, por favor envíame la foto.

Sin decir más Kaoru corto la llamada. Después de terminar todas sus molestas tareas decidió ir a patinar, no le importaba el frio de esa tarde, solo quería patinar, de igual forma se lo merecía después de tanto esfuerzo.

Cuando estuvo fuera de su casa se subió a su skate y empezó a patinar por la ciclovía. Tenía algo de dinero en sus bolsillos, así que se dirigió a la tienda que había cerca de su casa para comer algo.

Al llegar entro al lugar y busco cualquier cosa comestible y sabrosa. Lo primero que le llamo la atención fueron unas gomitas de fresas. Fue a pagarlas y salió de la tienda.

Su vista cayó en su novio, quien se encontraba fumando afuera de su camioneta apoyando su cuerpo en ella. Se veia decaído y perdido; el pelirrojo decidió acercarse con una sonrisa para ver si le animaba.

─Hola, ¿te encuentras bien?

─Reki─le miro algo sorprendido.

─Pues... sí.

El pelirrojo vio como una lagrima bajo por el ojo izquierdo de su novio, seguido de abrazarlo fuertemente. Reki se encontraba confundido, pero decidió corresponder el abrazo. Logro escuchar los sollozos por parte del canadiense.

─ ¿Pero qué sucedió Langa?

─Me iré─dijo entre el llanto─; el mes que viene me iré a Inglaterra.

Ahora era Reki quien sintió un puyazo en el corazón.

𝐅𝐫𝐞𝐬𝐚𝐬 𝐲 𝐜𝐢𝐠𝐚𝐫𝐫𝐨𝐬.-𝐥𝐚𝐧𝐤𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora