Capítulo 6

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Un mes. Un maldito y largo mes había pasado para Draco y desafortunadamente para él, el cara rajada de Potter no lo estaba siguiendo, no discutían, no peleaban, ni nada y eso era lo más triste.

Esperaba con ansias que luego de aquel desafío del dragón donde Harry le regaló una sonrisa dulce se acercara, o eso él creyó luego de aquella adorable sonrisa que no salía de su cabeza pero claro ahora Potter estaba muy interesado, fascinado con la azabache de la casa de Ravenclaw, Cho Chang, que para el rubio ni bonita, ni elegante ni interesante es.

—es mejor que lo saques de tu mente Draco—comentó Blaise desde su propia cama

—Vaya, no se me ocurrió en lo absoluto hacer eso.—bufó con fastidio el rubio

Pero claro que quería tener a Harry Potter fuera de su mente, de sus sueños y sobre todo de su vida, porque el azabache de ojos esmeralda dolía mucho, y dolía más ahora luego de sus fallidos intentos de acercarse.

—solo saldrás lastimado, solo mira como él la observa

Draco lo sabía, todo Hogwarts lo sabía o por lo menos lo intuía. Potter había derramado su propio jugo encima suyo cuando la azabache le saludo durante el desayuno, no hubiera sido algo raro que se le derrame el jugo encima(como usualmente los Gryffindor hacen), lo tonto fue que el estúpido de Harry quiso devolver el saludo y de su boca cayo el liquido que no había pasado aun y con eso fue bastante obvio para todos que Cho Chang lo traía de su pendejo literalmente.

Maldita Chang.

-

Harry estaba feliz, no solo había vivido al dragón sino que pasó la prueba con éxito total. Ni siquiera había vuelto a ver a Malfoy o percatarse de él demasiado con toda la atención que le daban los de Gryffindor.

Cho Chang había empezado a ser ese gusto que no se había dado nunca antes, le gustaba la águila, linda, extrovertida, risueña. Simplemente encantadora. Aunque si era sincero no era la única persona que le tenía confundido.

Pero para Harry el baile de navidad era algo extraño, donde todos se veían obligados a participar. Y Potter quería invitar a Chang, en verdad lo deseaba pero se ponía nervioso y simplemente no lograba hacerlo.

-

Malfoy había decidido ir a la lechucería, le mandaría una carta a su madre pidiéndole un traje de gala, elegante, el más precioso que hubiera en Londres, como todo un Malfoy debía ser el más destacable entre todos; no esperaba para nada encontrar a unos pasos a Chang con Potter y solo pudo esconderse.

—¡Cho!

La azabache giro ante la mención de Harry y Draco podía ver ese brillo en los ojos del de lentes, las mejillas sonrojadas, tan adorable

si Harry

Náuseas.

Eso sintió al escuchar el nombre de Harry de la voz de Cho Chang.

¿te gustaría... ir al baile conmigo?pregunto nervioso, sus manos jugueteaban entre ellas

Lo siento Harry... pero ya me invitaron y acepté.—la águila en verdad estaba apenada y Draco sintió miedo.

Miedo de que quizás a Cho le gustará Potter. Miedo de que Chang pueda aceptar los sentimientos de Harry.

Cuando Chang se retiró del lugar fue Draco quien caminó hasta adentrarse dentro de la lechucería encontrándose con la mirada sorprendida de Harry. No le hablo.

Busco su lechuza entre todas, entregó la carta y dejó que su lechuza volara.

—Malfoy...

Draco sintió ese calor reconfortante en el pecho, quemándole. Pero también sentía un hueco en el estómago porque sus celos aun estaba latente y Draco Malfoy siempre había sido celoso incluso con lo que no era suyo pero que sí consideraba como tal.

No es nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora