Capitulo 18

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—¿el ministerio?—pregunto Draco

—Harry necesitaba venir aquí

Draco no preguntó nada más, debía haber algún motivo por el cual Ron no entrará en detalles.

—Aquí es—dijo Harry una vez bajaron del ascensor.

El departamento de misterios.

—¿Potter, que estamos buscando?—preguntó Draco

—primero que no nos maten y segundo cállate—respondió molesto

Harry no esperó a que Draco le contestara y rápidamente pasó entre los estantes buscando la profecía.

—Harry esta tiene tu nombre—dijo Neville un poco alejado

Harry se acercó hasta el estante y antes de tocar la profecía la mano de Draco le detuvo

—¿Que se supone que estás haciendo Potter?

—No es asunto tuyo—gruñó quitándose la mano de Malfoy de su brazo

—No agarres eso

—¿porque?—pregunto Ron

—Es Potter, todo lo que toca trae problemas.—explicó Draco tranquilamente— vas a traer los problemas a nosotros—continuó Draco

—Necesito eso—explicó Harry e ignoró a Draco.

Cuando Harry tocó la profecía, la voz de una mujer dentro de aquella esfera sonó "el único con poder para derrotar al señor tenebroso se acerca... y el señor tenebroso lo reconocerá como su igual pero él tendrá un poder que el señor tenebroso no conoce... pero ninguno de los dos vivirá si él otro sobrevive", aquella profecía era muy clara.

Draco escuchó unos pasos y la voz de Hermione llamando a Harry. Todos miraron en aquella dirección y por la forma de caminar Draco tembló, reconocía aquella figura con máscara de mortifago.

—¿dónde está Sirius?

—Potter... ya deberias aprender a diferenciar entre los sueños...—Mencionó Lucius antes de quitarse la máscara— y la realidad, ahora dame la profecía

—la romperé si se acerca

La risa histérica de un mujer desde el fondo erizo la piel del rubio por completo

—él sabe como jugar...—dijo Bellatrix mostrandose frente a ellos

Su padre, su tía... estaban ahí.

La mano de Ron tomó la suya dando apoyo, la situación era muy difícil, no podría traicionar a su padre pero tampoco a Harry y a Ron...

—¡desmaius!—gritó Harry directo a Lucius

De pronto todos estaban corriendo, disparando hechizos a diestra y siniestra; Draco defendiéndose y Ron tras de él cuidando de su espalda. No sabían si saldrían vivos de ahí, ya nada era seguro en esos momentos y Draco divisó una puerta a lo lejos

—¡la puerta!—grito y tomo a Ron de la mano corriendo hacia ella

Los demás lo siguieron. Al cruzar la puerta cayeron unos cuantos metros hasta tocar el suelo

—esas voces...—susurro Harry

—yo no escucho voces—respondió la castaña— solo es un arco antiguo... por favor Harry...

—¡Potter!—regaño Draco molesto— ya no toques absolutamente nada

—¡tu padre va a asesinarnos!—le grito en el rostro al rubio

Draco tragó nervioso, quizás su padre haría eso.

—Harry, él no...

Pero Ron no pudo hablar, las sombras los atacaron y cuando se dio cuenta todos estaban siendo presos de un mortifago, incluso él.

—¿en verdad creíste que unos niños lograrán detenernos?—preguntó Lucius —esto es simple Potter, dame la profecía ahora o verás a tus amigos morir.

Harry miró a cada uno de sus amigos pero se detuvo en el rostro de Draco.

—¿matarías a tu hijo por esto?—pregunto el de gafas

—a cualquiera que se interponga Potter

El corazón de Draco dolió, su padre no sería capaz de asesinarlo por sus ideales pero que dijera que si era triste y doloroso. La mirada de Harry sobre Draco le dio a entender al rubio que esto era por él.

—Bien.

Potter entregó la profecía y en las manos de Lucius ahora se encontraba la esfera de la profecía.

—Alejate de mi ahijado—gruñó una silueta tras Lucius.

El rubio giró y frente a él estaba Sirius Black, al estilo muggle golpeó a Lucius tirándolo al suelo, la profecía escapó de sus manos cayendo al suelo. La orden del Fénix apareció atacando a los mortifagos, rescatandolo, Remus tomó a Draco de los hombros y le dio una sonrisa

—me alegro que estes con Harry.

Pero entonces todo se detuvo cuando escucharon el "avada Kedavra" de Bellatrix Lestrange, Remus giró rápidamente y la silueta de Sirius cayendo al arco fue lo último que vio, corrio rapidamente directo a Harry que parecía querer entrar a aquel arco antiguo

—¡No Harry!—gritó Remus— se ha ido...

—¡NO! ¡NO! ¡SIRIUS NO!

Draco sentía el dolor de Potter, aquello debía ser tan doloroso como si él perdiese a su madre o incluso si perdiera a su padre... todos se distrajeron un segundo y la mirada de Lucius Malfoy se encontró con la de su hijo, arrepentimiento era lo que había. Draco no lo pensó ni un segundo y el anillo de la familia Malfoy fue lanzado discretamente hacia su padre desapareciendo.

Nymphadora miró alrededor pero Draco miraba a Harry en los brazos de Remus, avanzó unos cuantos pasos pero entonces Harry salió corriendo tras su tía Bellatrix.

Remus se acercó al grupo de amigos de Harry, Draco no estaba entre ellos. El castaño se acerco a Draco y lo miró seriamente

—Ayudaste a tu padre—afirmó Remus

—Es mi padre

El castaño suspiro, podía entenderlo.

—pudo matarte incluso

—él no me mataría, ni a ellos—aseguró Draco.

Su padre podía ser cualquier cosa pero estaba seguro que él jamás mataría a unos niños en una guerra, lo sabía porque su padre ni siquiera intentó lanzar un hechizo contra ellos.

— será mejor que no le digas a nadie—añadió Remus— por precaución.

—lo mismo es para usted profesor—respondió— y lamento mucho... lo de su pareja...

Remus le miró atónito, Sirius no era su pareja, nunca lo fue pero lo amaba demasiado.

—tu...

—yo supongo que lo és... o que lo ama—añadió simple— por como lo vio en los últimos segundos, usted lucía desesperado, demasiado...

—Sirius siempre ha sido mi gran amor pero no es momento para esta conversación—sonrió Remus con tristeza al menor— será mejor que veamos a Harry.

No es nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora