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Haruto pasó la mayor parte de la noche pensando qué podía hacer cómo segundo día, dando como resultado nada, no se le ocurrió nada de nada, eso lo ponía de los nervios, quería llevar un plan de una semana pero solamente pudo pensar en que hacer el primer día.

Luego de darse cuenta que no tenía nada para los demás días, no encontró mejor idea que seguir con el plan "saludo" cómo le había puesto él, y así continuamente hasta que le contestara.

Por otra parte, se encontraba Jeongwoo, quién no entendía la actitud de Haruto, lo había lastimado y llegaba y lo saludaba como si nada, ahí se dio cuenta que no valía la pena, era alguien sin un poco de sentimiento alguno y no pensaba seguirle el juego, por más que su corazón salte de alegría y tenga ganas de sonreír cada vez que lo ve, no va a acceder.

Aun así todo era confuso, no entendía por qué actuaba así. Deseaba poder hablar con sus amigos, así podría pedirles algún consejo o que simplemente lo escucharan.

Cómo si de brujería se tratase, recibió una llamada, al mirar el nombre del contacto sonrió inevitablemente, era su amigo Jihoon, haciendo una video llamada. Olvidando todos sus pensamientos anteriores, contesta alegremente la llamada, también olvidando que eran las dos de la mañana.

-Hola- saluda un animado Jihoon al otro lado de la linea-, ¿cómo estás?

-Hola- saluda igual de animado-, han habido mejores días- se desanimó un poco- ¿y ustedes por allá? Los extraño, el lugar no es lo mismo sin ustedes.

-Lo sé, lo sé, somos la luz de tus ojos- bromeó Jihoon-, pero hemos estado bien, las cosas un poco difíciles pero nada nuevo.

-Me alegra saber que al menos ustedes la están pasando bien- dijo en voz baja pero aun tratando de sonar alegre.

-¿Por qué lo dices?- preguntó, sabiendo que su amigo algo escondía, puede ser que haya pasado bastante tiempo, pero aun notaba cuando su amigo le mentía.

-¿Te acuerdas de Haruto?- dijo luego de unos segundos, pensando en si contarle o no, ya que si bien lo necesitaba, tampoco quería preocuparlo, sabía que su amigo era capaz de volver contar de ayudarlo.

-Sí, el que te gusta, ¿no?- respondió Jihoon, sabiendo más o menos por donde va la cosa- ¿qué pasó con él?

-Pues, creía que tenía el valor suficiente para contarle que me gustaba así que le empecé a dejar notas en su casillero- empezó a contar Jeongwoo y Jihoon se mantenía atento a lo que su amigo decía-. La cosa es que al principio todo fue bien, tenía respuesta a lo que yo le escribía pero no duró mucho- los ojos de Jeongwoo le picaban, aun no podía contarlo sin llorar pero ya había empezado-, a los ¿cuatro? o menos días descubrí que era su mejor amigo Hyunsuk quien respondía- para ese momento Jeongwoo ya estaba llorando y ni cuenta se había dado- ¿te imaginas hubiera seguido sin darme cuenta? Sería un payaso total. Después viene y me saluda como si nada, ¿entiendes?- todo ese tiempo tuvo la mirada gacha, así que cuando la subió, pudo ver el ceño fruncido de Jihoon.

-Es un imbécil, no le des la oportunidad de nada. Deja que le pegue, no se puede meter con mi amigo así- Jihoon estaba enojado y no se empeñaba en ocultarlo y de igual manera, Jeongwoo no iba seguir su concejo.

-Está bien, pero no le vas a pegar a nadie- dijo-, mejor dile a los demás que los extraño.

-Bien, pero hazme caso, alejate- ahora más calmado, Jihoon le brindó una sonrisa.

-Deberías de ir a dormir, ya es tarde- Jeongwoo veía en la cara de amigo que tenía mucho sueño y él también así que le daría la cortada.

-Bien, pero solamente porque tengo sueño- dijo para luego bostezar-. También deberías irte a dormir, debe de estar por amanecer por allá y tienes que dormir.

¿Letters?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora