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ᯓ Jisung y SuHyeon son una pareja de
Alfa y omega, su atracción comenzó
desde el momento en que Lee SuHyeon
le cubrió de la lluvia aquella noche de
tormenta, dandose cuenta que SuHyeon
era el alfa con el que debía estar.
Sin saber que su destinad...
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Una semana restante para el comienzo del noveno mes.
Hace un par de días, Jisung había sentido muchos dolores en el abdomen, dolores que no cesaban con absolutamente nada y Minho estaba enterado de ello, por lo que estuvo días sin ir al trabajo, solo que hoy había sido un completo dolor.
Minho debía arreglar un importante contrato con un viejo amigo, Jisung se sentía mejor, pero algo que le tenía preocupado era que el bebé ya no estaba tan lleno de energía y se movía muy pocas veces.
Hoy era un día donde el mundo de la pareja caía en lo más profundo de un pozo.
Jisung se levantó con dolores pelvicos, sentía un pequeño calambre en su espalda y no dudo en bajar por ayuda.
Eran las once de la mañana, SuHyeon no había ido a clases aún, camino fuera de la habitación y sintió un líquido caliente manchar su parte trasera, en algún momento pensó que sería la supuesta fuente, pero lamentablemente era sangre en una línea por el suelo.
Jisung gritó, un gritó asustado y desgarrador.
Enseguida se escucharon los pasos de SuHyeon y observó la línea de sangre que estaba dejando.
──¡SuHyeon!, llama a una ambulancia.
El alfa le miró confundido.
──¿Por qué debería hacerlo?
──SuHyeon, llama a una ambulancia.
Entre sollozos habló y sus rodillas terminaron en el suelo.
No sentía las piernas, sentía un fuerte dolor en su vientre, no sentía el movimiento del bebé y pensó en lo peor.
──¿Acaso Minho no debería estar aquí?
──Necesito que lo llames.
Y SuHyeon soltó una carcajada.
──Claro, ahí te quedaras esperando.
Y se fue, terminó caminando escaleras abajo y Jisung rompió en llantos escandalosos cuando escucho la puerta de la entrada ser azotada.
──¡SuHyeon!
Gritó desgarrando su garganta y llorando como nunca antes lo habría hecho.
──¡Por favor!, ¡alguien que me ayude!
Veinte minutos gritando y cada vez perdía el conocimiento.
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──¡Oh Dios!, Jisung.
──SuHua.
Habló tan débil y tan ido, viendo los zapatos de la omega resonar de un lado a otro mientras se escuchaba la voz desesperada de la misma.
Su vista se nubló, sus sentidos perdieron la noción y sólo pudo asentir cuando SuHua le dijo que todo estaría bien.
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