1. Nuevo comienzo

37 9 1
                                    


Grace

Desesperación

—¡PAPÁ!, ¡sáquenlo!—grite con todas mis fuerzas

Dolor

—Llévenla al hospital, tiene desgarrado el costado izquierdo de la pelvis ¡ahora!

Confusión

—¿Dónde está mi papá? Necesito verlo.

***

—¿Cómo estas Grace?, mucho tiempo sin vernos—dijo la psicóloga amablemente.

—Supongo que bien, la verdad no tengo idea—dije sobando mis cienes—¿es necesario esto?

—Aunque no lo creas esto te sirve mucho, se que están por mudarse y muchas veces eso puede ser algo duro, así que cuéntame ¿qué sientes al respecto?

No digo nada y bajo la mirada a mis manos.

—Entiendo que lo que te paso fue muy duro de contar, y también se que te sientes presionada, pero para eso estoy aquí, este es un lugar seguro, tú lugar seguro, puedes contarme cómo te sientes.—dijo sonriendo compasivamente.

—Yo estoy confundida, siento todo tan diferente, algo me hace falta todos los días, me siento decaída.—dije mientras escondía mi cara en mis manos.

—Grace, necesito que me cuentes con detalles.

—Yo quiero irme de aquí—dije con desesperación—este lugar me está volviendo loca, todas las personas en la escuela me ven con compasión, como si les diera pena mi estado o la situación que pasé, no tiene idea de lo desgastante que es pasar por al lado de todos y que susurren cosas con burla.

—¿Qué has cambiado de ti estos meses?—dice y la miro con confusión—me refiero físicamente y socialmente.

—Yo...yo no se—dije confundida.

—Yo si se, pero quiero escucharlo de ti y estoy segura de que lo sabes.

—Corte mi cabello, visto ropa oscura, no encuentro más cambios.

—Todo lo que me acabas de decir, fueron cambios drásticos en una situación de desesperación o cómo muchos lo llaman "cerrar ciclos" pero no solo eso, la ida de tu padre tiene mucho que ver.

—A pasado un año, yo ya lo superé—dije y me voltea a ver con cara de desaprobación.

—Siento lo que te voy a decir—hace una pausa dejando su libreta en el escritorio—lamentablemente uno cree que está en el pasado pero no, esas cosas son insuperables y eso es lo que te hace falta aceptar, vives conteniéndote encerrada en una burbuja de emociones que nadie más que tú puede romper—dice y yo trato de mirar el techo para no llorar—¿has hablado con tu mamá al respecto?

Río amargamente.

—¿Con mi mamá?, creo que es más fácil que un gato te escuche que ella, se la pasa trabajando todo el día, se encierra en su estudio y no sale para nada—se me escapa una lágrima—en esa casa solo estoy yo, sola.

Cuando solo somos nosotras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora