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"ʏᴏ ᴛᴀᴍʙɪᴇ́ɴ ᴠᴏʏ ᴀ ᴘɪɴᴛᴀʀ

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"ʏᴏ ᴛᴀᴍʙɪᴇ́ɴ ᴠᴏʏ ᴀ ᴘɪɴᴛᴀʀ. ᴠᴏʏ ᴀ ᴘɪɴᴛᴀʀ ᴄᴜᴀᴅʀᴏꜱ ᴅᴇ ꜰᴀɴᴛᴀꜱᴍᴀꜱ, ᴅᴇᴍᴏɴɪᴏꜱ ʏ ᴄᴀʙᴀʟʟᴏꜱ ꜱᴀʟɪᴅᴏꜱ ᴅᴇʟ ɪɴꜰɪᴇʀɴᴏ."

El restaurante está lleno de gente

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El restaurante está lleno de gente.

Es temprano en la mañana y los oficinistas se apresuran a tomar su desayuno, arrebatando los vasos de cartón de café espumoso de las manos de los meseros y saliendo corriendo del lugar para ir a trabajar.

Taeyong está sentado junto a la ventana, su propia taza de café en la mano; todavía está demasiado caliente para beberlo, así que se lame los labios y toma un sorbo lento.

Ve a una chica, su piel casi dorada, su cabello rosado recogido en una cola de caballo, moviéndose entre las mesas, tomando órdenes. Es raro ver mujeres trabajando en lugares públicos en este distrito. La mayoría de ellas terminan en los burdeles o en los clubes, les guste o no.

Ella parece estar feliz.

- ¿Me estás escuchando?-

Taeyong se vuelve hacia Juyeon, quien lo mira con indiferencia, capuchino en mano.

- Estaba un poco distraído.- admite Taeyong. - ¿De qué estaba hablando?-

Juyeon suspiró, tirando de su cabello azul hacia atrás. - Dije que las voces solían ser susurros, pero ahora son increíblemente fuertes. Están gritando Taeyong.-

- Las voces...-

- Sobre ti y Yukhei.- responde Juyeon. - Seúl y la mayor parte del continente asiático está gritando.-

Taeyong tararea mientras se lleva la taza a los labios y toma unos sorbos más de café, ignorando lo caliente que está a favor del sabor.

- Después de tu pequeño espectáculo en su restaurante, no solo te vieron sentado en la misma mesa que él, sino que estabas con su madrastra. Ahora todo el mundo habla de ti. La diferencia es que cuando hablan de ti, ya no te ven como su nuevo juguete.- Juyeon hace una pausa. - Ahora te miran como alguien peligroso. Eres una figura pública, un cantante, maldita sea.-

ᴅɪᴀᴍᴏɴᴅˡᵘʸᵒⁿᵍ (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora