del inicio, marcaron él futuro.

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Los sietes reinos vivían en prosperidad y armonía, las tierras y la comida eran abundantes, las personas eran felices, nadie era marginado, la mejor época para vivir. Tu condición no definía tu límite, podías lograr lo que quisieras, la magia y la amabilidad estaban a la orden del día, los gobernantes eran un familiar más entre los habitantes del pueblo, paseaban por sus calles sin indiferencia, eran aclamados entre los habitantes, la codicia y la maldad no era común entre ellos. Era sumamente perfecto en todo ámbito.

Pero...no siempre fue asi.

Durante la época del "nacimiento", alrededor del mundo había muchos reinos, ciudades y pueblos, todos luchaban por el poder y por prevalecer en un caos absoluto, los pueblos comenzaron a alinearse con otros para formar ciudades.  Las ciudades comenzaron a formarse y a formar lazos con otras, solo con el fin de superar a sus enemigos y volverse más fuertes, pero sin darse cuenta habían ganado poder y territorio, así como autoridad sobre otros y que la guerra contra los "pequeños" ya no era su principal objetivo, si no de ganar aliados y terreno en distintas partes de lo que llegaban a conocer.

Las alianzas aseguraban lo que tanto anhelaban... absorbieron pueblos y doblegaron tribus y cuando ya no quedaban más por añadir...los cientos de grupos repartidos por el territorio se habían convertido en las siete grandes civilizaciones que perduraron.

En el momento en que se dieron cuenta de su situación; la guerra ya no era necesaria. Los dirigentes de cada reino crearon diversos acuerdos para así asegurar a sus habitantes el orden y paz por un largo tiempo.

Cada reino tenía su propia historia que destacaba entre los demás y así mismo, características que los llevaron al éxito.  Iniciaron trabajando y desarrollando áreas necesarias acordé a sus ideales, marcando a sus ciudadanos y su legado de por vida.

El reino de Lis se destacaba por la singularidad mezcla que dones que compartían sus habitantes, la elegancia y su capacidad física extraordinaria era algo que sabían llevar muy bien de la mano. Capaces de combatir cuerpo a cuerpo con trajes sumamente elegantes e inadecuados para la actividad física y que estos no sufrieran ningún rasguño durante el acto.

Mientras que el reino de Camellia, se destacaban por su generosidad y la forma tan pura de amar al otro, sus habitantes eran comprensivos y empáticos con los demás, hablar tan solo unos segundos con ellos provocaba que te sintieras sumamente cercano, su don de la palabra y convencimiento con quién hablará, era inigualable.

El reino de Dalia se destacaba por ser una de las naciones con más ingresos entre todas, dueña de varios comercios repartidos entre los siete reinos, otro factor por el cuál destacaban era la gratitud de sus habitantes hacia la vida y los dioses, teniendo respeto por cada ser vivo y aquellos que no. Su positividad ante todo era sumamente abrumadora.

El siguiente reino es el de Cattleya este reino era uno de los preferidos entre todos los reinos, ya que los habitantes de este mediano reino poseían una belleza desorbitante y manipuladora a los ojos de varios, no importara cual fuera tu preferencia o que definición de belleza tengas en mente, en Cattleya encontrarás lo que buscas.

Begonia, el hermoso reino de begonia, uno de los mejores lugares en donde encontrarás personas sumamente leales a sus pensamientos y más en el amor, hasta el punto que harían lo necesario para asegurar estar a tu lado para siempre...su manera tan única de amar es inimitable.

La ciudad o reino del oro; Crisantemo un reino de obreros sumamente comunes y pacientes ante las adversidades. Donde quiera que mires podrías ver el resplandor de las casas y edificios, gracias a la capacidad de sus habitantes de manipular piedras preciosas; diamantes, oro y la plata. El fuerte sentimiento de justicia que poseen, no podían dejar pasar ninguna desigualdad entre las personas, ni por lo más pequeña que fuera, esto los convierte en excelentes verdugos.

Y por último, el reino más pequeño de todo, Columbine, este se mantenía en pie por la singularidad de sus habitantes de poder adaptarse a cualquier cosa, estos estaban dotados con la capacidad de poder adquirir cualquier virtud, conocimiento y todo lo necesario que ellos desearán tener; magia, belleza, elegancia, condición física y más, siendo las personas perfectas para dedicarse a la seguridad y protección de las naciones.

Los reinos compartían tratados y planes de intercambio de equidad, una de las condiciones entre ellos para así asegurar un equilibrio y evitar malentendidos como despertar la codicia o la envidia por los bienes del otro, todos estos reglamentos que mantenían la unión entre ellos.

Crisantemo supervisaba y se encarga de gestionar a los habitantes que se movían entre los reinos y todo lo relacionado a su estadía en el lugar pero, no muchos viajaban ya que el papeleo era horrible, asi que los viajes solo se limitaron a la realeza, estudiantes y por ultimo; los comerciantes, y rara vez se veía un turista.

De esta manera los reinos llegaron a tener una paz inquebrantable por algunos siglos.

Pero nada puede ser perfecto para siempre...durante años los reinos habían ignorado y desconocían la existencia de un octavo reino y no los sentenció por hacerlo, ellos no tenían necesidad de sobrexplotar los recursos, por lo que no tenían la necesidad de investigar más allá de sus pies.

Justo debajo de esta hermosa civilización en lo más profundo del mar y tierra, se encontraba un reino tiránico llamado Nenúfar, sumamente injusto, egoísta y todo lo malo que puedas imaginar; estaba reencarnado en sus crueles habitantes.

Esta ciudad moderna en sus avances se encontraba cerca del núcleo del planeta. Un bastante lúgubre y remota, estaba al mando de un chico de unos 17 años de un cabello de color tan blanco como los huesos y una piel hermosamente tostada por el calor de la lava que corría por los campos como si de agua se tratase.
El chico había ganado el reino justamente y acorde a sus propias leyes: matando a su antigua reina, una mujer de unos 40 años, está había sido la gobernante que más años duró en el poder, había ganado su puesto cuando apenas tenía 23 años y ahora su hijo, había tomado el trono en el torneo a muerte que se realizaba cada vez que el reino lo ameritaba.

Este chico había tomado el trono con codicia y esperanza, mezcla sumamente extraña para un gobernante proveniente de Nenúfar. El chico, venía planeando cada uno de sus movimientos desde que apenas tenía 6 años, cuando vio por primera vez el torneo y como su madre, su ejemplo a seguir, destrozaba uno a uno los cuerpos de sus contrincantes que ansiaban tomar el trono.

El nuevo rey de Nenúfar tenia que lidiar con un reino en caos, eso no le molestaba, lo difícil de esta situación era la escasez de comida, los animales y la vegetación estaban agotándose, las personas caían muertas en la calle y en sus casas, los pocos que mantenían una buena salud eran personas egoístas y deshonestas, dispuestas a negar una simple migaja de pan a un pequeño niño.

No tenia otra solución, el rey debía mandar a explorar otros rincones, escarbar en lo que consideraban su cielo si era necesario, pero no tenia personal, los pocos soldados a su disposición aseguran el castillo, pero si dejaba a su mejor amigo y consejero a cargo del reino, el mismo como rey iba de expedición en busca de recursos para su gente, es lo que haría un buen gobernante, quien busca mejorar su reino a toda costa.

Cuando las horas se detengan...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora