VII

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Kan Hun respiró profundo, tratando de recuperar el control sobre sus sentidos sobrecargados. Sosteniéndose con sus brazos logro con mucho esfuerzo no colapsar sobre SuHo que había cerrado ya los ojos, dejando que su cuerpo cansado se recostara sobre el suelo cubierto de hojas.

—¿Estás bien?..— le preguntó el lobo al ver que el pelirrojo apenas si podía respirar.

SuHo sonrió perezosamente, era la viva imagen del gato que se comió el canario, o si, el minino se lo comió y estaba llenito y satisfecho. Al menos eso fue lo que pensó el lobo hasta que el chico abrió los atrevidos ojos avellana.

—¿Eso fue todo?..—increpo el felino lamiéndose los labios —. Un gran y terrible lobo solo puede con un solo polvo... ¡Qué pena!

La risa de SuHo hizo que su entrada rosada se estrechara, acariciando el pene de Kan Hun que todavía seguía enterrado allí. La noche era joven, el chico pensaba sacarle todo el provecho que pudiera a la luna llena que gobernaba en el cielo.

—¿Te habían dicho alguna vez que eres un culo malagradecido?..— embistió nuevamente al felino, su pene, ya estaba listo para un segundo asalto

—Hay... mmm... quién podría decirlo... pero tú... aaahh... eres el primero en corroborarlo..— se sostuvo sobre sus codos para incorporarse, solo para ver la expresión del castaño que estaba arrodillado entre sus piernas abiertas. La mirada afiebrada del lobo era justo lo que SuHo quería ver, sobre su espalda .

SuHo reto al castaño —. Ahora... ¿Vas a dejar de hablar y tomarme, o tengo que buscar a alguien más que me pueda colaborar con estas terribles ganas que tengo?

Un gruñido salvaje salió del pecho de Kan Hun, su lobo interior estaba furioso, nadie tocaría nunca a ese pequeño gatito mientras él tuviera latido en su corazón. Para dejar claro eso, tomo las caderas al pelirrojo, levanto las piernas del felino hasta sus hombros, empujándose hasta el fondo, haciendo gritar de placer a SuHo.

—Nadie más que yo te tomara... nadie más que yo..— en los ojos dorados de Kan Hun, eran las pupilas doradas del lobo las que se veían —. ¡Eres mío!

Las palabras de Kan Hun encendieron una luz de alarma en el cerebro de SuHo, pero las fervorosas embestidas terminaron por hacerlo perder el escaso razonamiento que en sus mejores días solía tener.

—¡Siii... ahí!..— grito SuHo al sentir como el miembro duro de Kan Hun golpeaba su próstata —. ¡Justo allí!... Aaahh... ¡Por favor, más!.. — si la primera vez el felino había estado algo temeroso, ahora sabía justo lo que quería y no lo amedrentaba la fuerza de Kan Hun a la hora del sexo. Haciendo gala de su elasticidad felina, se aferró a los brazos fuertes del castaño, mientras este tenía sus piernas largas sobre sus hombros, logrando mayor profundidad en cada estocada.

Después de unas embestidas más entre gruñidos lobunos y gemidos felinos, el bosque escucho los gritos de la pareja que por fin alcanzaban el orgasmo después de una copula salvaje.

Cuando Kan Hun volvió a ser dueño de sí mismo, sintió como gotas de sangre se deslizaban por sus brazos, el felino había clavado sus garritas durante las olas de placer.

—¿Estas, ya llenito?..— se burló Kan Hun al ver el cuerpo salpicado de gotas de sudor de SuHo. Haciendo un movimiento con su pelvis hizo que su pene hiciera un ruido de chapoteo dentro de la entrada apretada del felino —. ¿Creo que este culo tuyo ya excedió su capacidad?

El felino abrió los ojos, con mucho cuidado bajo sus piernas que todavía estaban sobre los hombros de Kan Hun, teniendo cuidado de que el miembro semiduro no se saliera de su entrada. Dejando caer su dorso sobre el suelo del bosque, se quedó allí con las piernas abiertas, su propio miembro caía de lado sobre su muslo derecho. Estirándose como un gatito perezoso.

CUANDO EL LOBO ATRAPO A SU GATITO-- (A) SEHO +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora