𝓔𝓵 𝓣𝓸𝓭𝓪𝓼 𝓜𝓲𝓪𝓼...

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Narradora:

Aidan ya estaba recostado en su cama, sin poder conciliar el sueño.

Su mente no dejaba de pasar imágenes de __, y sobre la discusión que habían tenido.

-Solo duérmete carajo-Gruñio entre dientes y se giro de costado.

Estaba semi desnudo, pues solo tenía puestos unos bóxers. Miro su reloj, y eran las 3 de la mañana.

Cerro los ojos y volvió a acomodarse boca arriba.

Relamio sus labios y se levantó de la cama, se colocó unas bermudas deportivas, una sudadera negra. Unos tenis y salió de su habitación tomando las llaves de su auto.

Al parcar frente a la puerta de su amigo Mark, bajo del auto y tocó está. Al no tener respuesta, volvió a tocar más fuerte.

La puerta se abrió dejando ver a Debby recién levantada.

-¿Que son estas horas de venir a mi casa?-Murmuro sin poder abrir sus ojos por completos.

-¿Dónde está tu hermano?.

-Creo que drogandose en su cuarto, o que se yo-Bostezo-Si pasarás hazlo, muero de sueño.

Aidan entro y Debby cerro la puerta, ambos subieron las escaleras. El ojiverde entro a la habitación de Mark.

El cual estaba tirado boca abajo en el quinto sueño.

El ojiverde desesperado, tomo el tobillo de Mark y tiro de el, haciendo que este cayera al piso y despertara al instante.

-¿Pero que mierda?-Pregunto levantándose del piso.

Aidan lo tomo de los hombros, y hizo que lo mirara.

-Discuti con __, no puedo dejar de pensar en ella. Pero tampoco quiero buscarla, por qué se que quedaré como un imbécil. Igual que siempre, necesito tu jodida ayuda ahora.

Mark frunció el ceño y se alejo de el.

-Una llamada hubiera sido suficiente para darte mis servicios del amor idiota-Murmuro levantando la cobija del piso.

-¡Ya estoy aquí! Ayudame.

-Amigo, ¿Por qué discutieron?.

-No confía en mi-Murmuro.

-Buenooo, pero si...-Aidan lo callo con un golpe en el hombro-Auch, idiota déjame terminar.

Aidan suspiro y se sentó en la cama.

-Pero si ya sabías que esto llegaría a pasar, ¿Por qué te pega tanto?.

-Mark, no quiero perderla.

El mencionado suspiro al ver la preocupación de Aidan, nunca lo había visto así.

-¿Y que se supone que yo haga?-Murmuro acercándose-Te apoyaré en lo que sea amigo, tu siempre me ayudas. Me a tocado a mi ayudarte con __.-Sonrio levemente.

Debby, quién se detuvo a oír la conversación del otro lado de la habitación, mordió su labio inferior con preocupación.

Quería ayudar, y no tenía ni la puta idea de cómo, odiaba ver a Aidan tan preocupado. Algo que él nunca había demostrado por una chica en la universidad.

Solo por ella, pues eran unos buenos amigos que se apreciaban.

-No se que plan se deba hacer en estos casos-Murmuro Aidan-Ella fue mi última novia, y lo es nuevamente. No eh tenido experiencia con relaciones y lo sabes.

-Eso lo sé muy bien, siempre son mujeres de rato.-Bufo.

-Amigo, eso no es chistoso ahora-Hablo serio.