Despertando

184 22 26
                                    

- Champ!!!! El chico de mis sueños!!!! Champ!!!!
🎶🎵No sé cuando me reconocerás, no sé por qué aún no lo has hecho!!! Yo que estoy listo para hacer cualquier cosa!!! Listo para atraparte de todos modos!! 🎵🎶
Saint? Amigo!!! ¿cómo sigue la canción? No me va a querer si no le canto!!!

Mew hace diez días había terminado con Vivi, beta un poco mayor que él; Max se la presentó en una de sus escapadas entre clases hacia la cafetería frente de su universidad.

Salieron durante tres meses. Intenso al principio, obvio, su alfa nunca se oponía a las conquistas que el humano quisiera hacer.
Siempre dejando en claro que aunque lo aceptaba, no era de su total agrado.

Tenían un tipo de acuerdo. Mew podía experimentar todo lo que quisiera, elegir la media naranja, media banana o manzana, medio kiwi, uva, mango o maracuyá, podía elegir una ensalada de fruta si quería, pero, una vez el alfa eligiera su pareja, no habría nadie mas.
Mew entendía eso y compartía ese sentimiento con el lobo pues tenía un buen relacionamiento con él.

-Mew, amigo, ¿quieres romper algún record? No pasaste de los tres meses con Vivi. Realmente creí que durarían juntos un poco mas.
Decía Saint mientras ayudaba a Champ a llevar a un Mew cantante llorón hacia el auto de Max.

-Oye chico parlanchín . Ni se te ocurra vomitar en mi auto.
Lo necesito mañana temprano y no puedo perder tiempo llevándolo a desinfectar.

- ¡¡¡Debería dejar que tuvieras!!! No, espera, no era así, ya sé, ya sé. ¡¡¡ Debería dejar que continúes durmiendo!!! ¡¡¡ y tengas un lindo sueñoooooo!!!!

-¿Cómo le hace para entonar estando tan borracho? -preguntó Saint.

-El chico de sus sueños!!  Dijeron al mismo tiempo Max y Champ dejando intrigado al mas alto.

Hacía diez malditos días que Mew despertaba junto al "chico espalda sexy" como también solía llamarlo.
Ya era una tortura, y lo raro era que en cada ocación al comenzar el día su lado alfa se retraía provocando confusión y mal humor en el joven.

Mas de una vez dirigiéndose a su lobo preguntó si era él quien proyectaba eso, no obteniendo respuesta.
Estuvo tentado de pasar por la facultad de psicología para consultar por sus "síntomas".
Pero cada vez que ese pensamiento cruzaba su mente, el alfa gruñía, y no era para menos.

Allí estudiaban Prim y Bea, dos "amigas" con derecho a roce algo posesivas.
Bueno, realmente posesivas y tóxicas según su alfa. Para Mew eran muy sexys, pero al lobo no le gustaba sus aromas y menos que quisieran encadenarlo.

Por eso luego de un encuentro íntimo que Mew tuvo con ellas de castigo lo tuvo con malestar durante tres días, devolviéndo cualquier cosa que comiera.
Solo sentir el aroma de alguna de ellas lo hacía correr al baño.

Si pensaba en ellas, el alfa entraba en modo atento y si surgía cualquier sentimiento o pensamiento de querer repetir con ellas, listo, le era provocado una oleada de náuceas que lograban marearlo.
Era con las únicas que el lobo no aceptaba mezclarse.
Tenía sus razones. Cachorros. Sólo con su elegido.

La primer madrugada luego de cortar con Vivi abrió los ojos y allí estaba "chico espalda sexy" durmiendo calmadamente, estiró su mano para acarciarlo y bam, despertó.

Mientras no sueltes mi manoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora