Atrapando al sexy (parte2)

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Mientras Lia sacaba a su hijo del nido, Champ daba órdenes a Gulf sobre el material enviado por el Sr Perawat y para que preparara la sala de juntas.

Empezó una corrida para lograr que Zee y Saint estuvieran presentes; ellos pensaban participar en la cena pero como a todos, sus planes cambiaron.

El alfa mas bajo reía bajito mientras el alfa castaño refunfuñaba.
Mew no quiso bañarse y se vistió con la ropa marcada.
No conforme con ello salió abrazado de la "almohada salvavidas" entre sus brazos, parecía un bebé prendido a su manta de apego.

Su madre logró que la dejara en el vehículo, no era conveniente que entrara con ella al estudio.
Ingresando al mismo se encontraron con el resto de los involucrados.
Mew fue retenido por Tul, éste quería cerciorarse de que su amigo estuviera bien.

Apenas cruzaron unas palabras y llegó el otro productor. Tul estrechó su mano y Mew hizo un wai.
No quería ser tocado, temía perder el aroma de su amado y se comportaba territorial.
Tul acompañó al mayor mientras su socio iba tras el resto del equipo.

Cuando ingresó a la sala de juntas tanto Zee como Saint se colocaron a su lado mientras él no quitaba los ojos del omega que luchaba con una impresora al final de la habitación.

Era él, era su aroma, no tenía dudas y el lobo quiso huir nuevamente.
La dualidad de sentimientos en su interior le provocaba tensión y dolor. Por un lado el anhelo de responder al reclamo que había hecho el omega y por otro el duelo por el rechazo en el pasado.

Gracias a sus amigos logró no salir huyendo cuando el chico gira y sus ojos se encuentran, eran tan grises como los suyos.
Apretó puños y dientes para que el
golpe de feromonas cargadas de ansiedad que recibió por parte del asistente no lo descontrolaran.
Al muchacho se le habían caído los papeles de las manos y éstos estaban desparramados por el suelo.

No podía dejar de mirarlo, apenas y notaba al resto del grupo en la sala, quería correr para abrazarlo y salir huyendo al mismo tiempo.
Cuando el beta abraza a Gulf no puede controlar emitir un gruñido , su madre lo mira severa y la pareja mortal lo ayuda a poner bajo control a su lobo.

La reunión da comienzo y logra enfocarse para solucionar la situación que se presentó.
Hubo una fuga de información y no pueden permitirlo.
Durante cuatro horas trabajaron organizando los nuevos protocolos de seguridad que implementarían.
De vez en cuando cruzaban sus miradas, generando como respuesta una nueva oleada del perfume del muchacho.
La lucha por el control en su interior estaba haciendo estragos en el joven Ceo.

No supo en que momento terminaron juntos frente a frente. Champ y su madre los dejaron solos en aquella sala.
No podía mirarlo a los ojos, tomaba todo su esfuerzo mantenerse bajo control. Sentía la mirada del otro sobre él pero no lograba moverse.

En el momento que escuchó un gruñido sus ojos se despegaron del suelo viendo como el omega era ahora quien miraba su calzado.
Reconocía ese sonido, no era un gruñido territorial era uno de hambre.
Su chico tenía hambre y un lobo que se digne de tal no puede permitir que su amado pase hambre.

El instinto protector del alfa tomo pleno control, estiró su mano agarrando la del contrario sacándolo de la sala rumbo al exterior del edificio.
Pasaron frente a los que aún quedaban dándose un hasta luego en vestíbulo del estudio sin mirarlos.

Mew tenía una meta, llegar a la cafetería que estaba a cuadra y media de allí.
Nunca soltó su mano y el otro no intentó soltarse.
Cuando estuvo frente al mostrador de pedido tomó conciencia que no sabía que podría gustarle a su compañero.
Se giró para que sus miradas se encontraran y preguntó.

Mientras no sueltes mi manoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora