El ser joven no te salvará de este mundo.
Mi sentido de vida es nulo.
Uno, dos, tres, lo que siento no es mutuo.
Grita, llora, sangra, es mejor escapar de casa.
No toques mi cuerpo, no quiero jugar
Por favor saquenme de este lugar.
Vida en las calle...
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Un recorrido de 2 horas, en una compañía tan grande que ella comenzaba a pensar que se perdería si se levanta de su asiento. Su trabajo era básicamente el mismo. Pero el problema actual era el que había surgido.
"—Y aquí es donde terminamos el recorrido, Señorita TN, esta es su oficina, como Verá actualmente es una oficina privada, debido a las recomendaciones del CEO de su empresa, esta se le escogió, sin embargo... hay un pequeño problema. Para quedarse con la oficina, y el empleo, es necesario que complete un trabajo. La cosa es que... El trabajo es un archivo de suma importancia, se usará para un contrato muy necesitado, tienen que manejarse 200 páginas, y... Es para la próxima semana—."
Recordando las palabras de su nuevo compañero de trabajo, comenzó a pensar que se dejó llevar por el ambiente. No solo por que aquel hombre era completamente su tipo, si no por que, por su orgullo, y querer impresionar, aceptó el trabajo, y ahora, había notado que ella misma se había condenado.
Mientras miraba a su alrededor como un ave perdida, comenzaba a notar que tenía tantos materiales que podría trabajar por meses con ello, una computadora de escritorio de pantalla enorme, teclado suave. Todo era tal y como siempre había querido. Un espacio cerrado donde los ruidos de los demás empleados no la estresan, al igual que una decoración perfecta, materiales de sobra, y un ventanal tan grande, que podía observar casi toda la ciudad desde ahí.
Pero en ese momento solo podía pensar en sus conflictos. Un jefe con el físico, voz, personalidad, y nombre iguales a los que el que había aparecido en sus sueños. Y un trabajo al que si no entregaba y hacía Perfecto, sería despedida.
Que horrible manera de iniciar el trabajo, pero... "Mi jefe es atractivo"—Pensó. "Pero el señor Gin también lo es"—.
Así es. Una chica cuya debilidad era la gente atractiva. Su orgullo nunca le permitía tener pareja, pero en su mente, siempre se lo vivía al Máximo. No pudo evitar sentarse en aquel suave sillón de escritorio, mientras cerraba los ojos y se inclinaba un poco hasta atrás. Para después soltar una enorme sonrisa. Pues había pensando el escenario Perfecto. Una cena de oficina, donde ambos hombres discuten por servirle un trago, peleaban por sentarse a su lado, y al final ella había terminado en medio de ambos. Entonces ese fue el mejor momento, para sacar una libreta rosa con candado, la cual no tardo nada en abrir, y comenzar a anotar todas esas ideas que su cabeza había diseñado. Y después de perder 30 minutos en fantasías. Comenzó a trabajar.
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Tomando té de la caliente tasa que quemaba levemente sus dedos, cruzaba ambas piernas mientras trataba de concentrarse en si mismo.
"Esa mujer..."—Decía en su mente una y otra vez–"¿Por que tiene una aura tan familiar?"—.
Suspirando, colocó el objeto caliente encima del porta vasos que se encontraba en su escritorio. Dejándose caer levemente hacia atrás en su silla, cerró los ojos para relajarse.
Pero no pudo evitar sobresaltarse en cuanto el recuerdo de una bella mujer pelinegra le sonreía entre risas diciendo su nombre.
El CEO talló su rostro con sus manos, sacando unas pastillas del cajón, la trago sin vacilar. Para después llamar a su secretaria.
