el tesoro de jackson ;; markson

パート7

El tesoro de Jackson

Parte siete

Tomo esas flores, sí, definitivamente le daré estas flores a mi Mark, quiero recordarle cuánto lo amo, me han dicho que los tulipanes representan el amor puro y la pasión, soy tonto, y siento que soy poco romántico.

Hace unos años, en nuestro primer aniversario Mark se comportó extraño conmigo, no me hablaba y se enojaba sin razón, o eso pensaba hasta que supe la razón, yo había olvidado nuestro primer aniversario, me sentí tan estúpido y avergonzado, Mark creyó que iba a terminarle cuando en realidad mis sentimientos por él aumentaban sin detenerse. Hice de todo para que me perdonara, pero como el tonto que soy tuve que pedirle ayuda a mis amigos para saber qué regalo darle, creo que cuando se enteró eso solo lo enojó mas, hasta que finalmente me armé de valor y simplemente organicé una sena romántica en casa a pesar de que mi comida no quedó buena Mark pareció contentarse porque sabía el esfuerzo que había hecho por verlo feliz, recuerdo ese día como si hubiera sido ayer, está tan vívido en mi mente.

Él rodea sus brazos sobre mis hombros gentilmente, balanceándose hacia los lados conmigo tomándolo de las caderas y sonriendo como él a mí me sonríe dulcemente, no creo para nada que me vea tan lindo como él cuando sonríe, debo verme tonto, sí. Y mientras estoy perdido en su mirada él apoya su frente con la mía atrayendo así más su cuerpo al mío como un imán.

La música, la música es baja, aunque ni siquiera le estoy prestando atención a la música que suena de fondo, simplemente a sus labios rosas, y la respiración tranquila y atrayente que me incita a besarlos.

— Amo estar así contigo, Jack, me da paz. — Susurra levemente, su aliento a vino embriaga mis sentidos por completo, su voz, sus caderas, sus dedos entrelazados en mi cabello con ciertas caricias, no quiero que acabe esto.

— Tú me das paz, Mark. Perdóname por no acordarme de nuestro aniversario, por no haber elegido el regalo y por la comida tan horrible que preparé. — Él ríe por lo último.

— Tonto, no te preocupes, no necesitaba un regalo ni nada, solo quería que estuviéramos abrazados y me dijeras "feliz aniverzario", con eso me siento satisfecho, pero me alegro que intentaras cocinar para mí, aunque no quiero imaginar el desastre que hiciste en la cocina, amor. — Ríe nuevamente, le gusta burlarse de mí.

Me hago el serio, aunque estoy que me río, su risa me contagia. Él se aleja un poco y apoya su cabeza en mi pecho, posteriormente dando un golpe con su puño en mi pectoral suavemente.

Me mira y yo lo miro, siento que algo me quiere decir por su mirada que me da, aun así la aparta por un breve segundo cuando vuelve a mirarme esta vez mordiéndose la uña, eso significa que quiere decirme algo, pero le avergüenza, sonrío y lo atraigo hacia mí de un desapercibido jalón.