Capítulo 9

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Era una tarde tranquila en Mobius, donde nuestros dos erizos favoritos se encontraban en acostados en el pasto, viendo las nubes pasear por el tranquilo cielo azul. Sorprendente la rosada ya no era diminuta, gracias a Tails volvió a su tamaño normal y ahora disfrutaba de la presencia del erizo azul el cual ella ama tanto.

- Sabes Sonic - le dijo llamando la atención de él - no te agradecí por ayudarme. Entonces... gracias por todo - terminó con una sonrisa tierna.

- No hay de que Ames. Siempre estaré ahí para ayudarte - Amy solo pudo sonrojarse con eso, no sabía cuánto significaba esas palabras para ella.

- Oye Amy... - la llamó el erizo - durante esta pequeña aventura me di cuenta de muchas cosas.. - dijo abriendo los ojos mirando al  cielo.

- Uh? ¿Qué cosas?

- Mejor dicho he pensado mucho en ti.. - confesó aún con su mirada puesta en el cielo.

Si Amy antes estaba sonrojada, pues ahora es un tomate. No podía creer lo que estaba pasando ahora mismo.

- Oo! Y-y que-que pensabas en mi-i? - le respondió nervioso. Sonic sólo pudo respira hondo, abrir los ojos y mirarla diciendo.

-En lo mucho que te amo Ames.

- En.. En serio lo dices Sonic?! - pregunto casi llorando de felicidad..

- Amy... - la llamo el erizo.

- ¿Qué Sonic? - contestó con un tono de enamorada

-Despierta...

- UH?! - confundida casi grito.

- DESPIERTA!

Amy abrió los ojos de un golpe. Y lo primero que hizo fue ver a su alrededor, estaba en su cama. Y supo enseguida que todo fue un sueño. Un bendito sueño. A pesar que Amy lo disfruto se sentía frustrada ¿Cómo podían hacerle eso a ella?

- Porque Chaos le encanta jugar con los sueños de uno.. - murmuró para ella misma decepcionada, frustrada y triste.

- Amy?! - escucho que la llamaron desde afuera de su aun pequeña casa - ¿Ya despertaste?

- SI-I! SOLO DEJAME ALISTARME Y SALGO! - la eriza salió hacer su rutina diaria.

Ya arreglada nuestra bella eriza rosada, decidió buscar en su nevera para ver que se hacía de desayuno. Pero creo que al final no podrá hacerlo, ya que, al parecer no tenía ingredientes en su nevera. Estaba literalmente vacía!

- Ay no.. Ahora que hago.. - se preguntó preocupada. Amy no tenía nada para hacerse de comer y ahora que es pequeña se le hará aún más difícil.

- TAAAILS! - salió de su casa gritando para que la escucharán mejor.

- Amy. Pasa algo? - le preguntó acercándose con una de sus cejas levantadas y la otro abajo, como con cara de querér saber o preguntar algo.

- Pues Si! NO TENGO COMIDA! - le grito desesperada.

- Oo.. Pues con tu condición será algo difícil. - dijo recordando que como es pequeña no podrá consumir lo mismo que consume los demás normalmente. - mmm.. Espera creo que tengo una idea.

Tails salió de la sala directo a su taller. Amy se sentó ahí donde estaba esperando, tenía hambre pero que más podría hacer? Sin darse cuenta ella, nuestro erizo veloz entró terminando su carrera de todos los días.

- Ah.. Pedro que buena carrera - estirándose dentro de la casa dijo. - Mm?-  puso la mirada en la casa donde a lo lejos vio un punto rosado sentado perdida en sus pensamientos.

Little AmyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora