CAPÍTULO V

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INMARCESIBLE

El estudio está inundado por un denso humo de cigarro, era las ocho en punto del domingo. Ella sentada en el suelo con una pierna sobre la otra; su espada recargada en la pared. Su expresión continuaba indiferente. Había pasado las últimas horas examinado el retrato, se restregó los ojos y seguía con aquella sensación de que algo faltaba en la pintura. Dio una fumada a su cigarrillo al mismo tiempo que echaba la cabeza atrás. El retrato había perdió su esencia.  Ya no era el mismo y había cambiado súbitamente, estaba insatisfecha ante su obra. Repugnaba con toda sus fuerza la pintura.

Era verdad que era un hermoso retrato.

Pero no era lo que su alma quería.

Tal vez sería perfecto si en lugar de Todoroki, fuera Amajiki el que estuviera en esa pintura.

Tal vez lo que faltaba era Tamaki.

¿Podría ser cierto?

¿El azabache era lo que faltaba?

¿Lo que en verdad quería era a Tamaki?

Se puso de pie y se dirijo al marco, lo tomó entre sus manos y le clavo la mirada. Horrorizada ante lo absurdo que le resultaba odiar el retrato de su novio. Un rostro varonil y su mandíbula bien marcada, hermoso desde cualquier ángulo. Cada forma y cada color en ese cuadro era deliciosa para los ojos de cualquiera que lo viera. _______ permaneció inmóvil, los latidos de su corazón estaban al borde. Su cara sin expresión se torno de un deseo oscuro; con furia arrojo el cuadro al suelo haciendo que este se rompiera al tocar el suelo. La respiración agitada de ella ocasiono que se desesperara aún más de lo que ya estaba. Levanto el ahora cuadro desecho y miro si obra desecha. Paso su mano por su frente para después echarse el oscuro cabello hacia atrás.

Una risa se escapo de sus labios —No me cabe duda de que fuiste la mejor de mis obras de arte hasta ahora — vocifero para si misma— Es verdaderamente trágico pero tu ya no tienes lo que yo busco, ya no despiertas ese vicio en mi.

Y como era de esperarse el bello lienzo terminó en un bote de basura como lo que realmente se significa para su creadora, una basura, una obra sin símbolo que sólo era algo bello de forma superficial.

Ahora, Tamaki Amajiki era la única tentación infinitamente horrible que simbolizaba la belleza absoluta que hacía que encontrara sentido en un ser tan perfectamente imperfecto como lo era el mismo. Ahora ______ era seducida por el alma de ese ser tan celestial.

Por otra parte, el azabache se encontraba entristecido; su espíritu desgastado se encontraba vagando en esa pequeña habitación en la que se hallaba. Un portazo lo puso alerta enseguida, era ______ que estaba de pie justo delante de el, el deseo con el que ella no miraba era descomunal. Sintió ese escalofrío recorrer desde su columna hasta la nuca de su cabeza. Paso saliva y se tenso de inmediato al sentir la respiración de la chica tan cerca de su rostro. Ella arrodillada frente a el, el tembloroso cuerpo desnudo de Tamaki se estremeció al sentir la cabeza de ________ recargada en su cuello con la respiración entre cortada.

La pasión y el amor, etiquetas sin sentido que la gente usaba pero que expresaban de manera novelística lo que alguien sentía.

Pero, lo que ella deseaba de él no tenía nombre y quizás jamás lo tenga.

Tomar su mente no era suficiente, que cayera en la oscuridad tampoco lo era ¿Qué quería realmente? Ni ella misma lo sabía, atarlo a ella o robar su aliento ¿No era lo que deseaba? Por supuesto que no.

No podía evitar sentir esa ola de placer infernal al tocarlo.

Un suspiro por parte del azabache se hizo presente —¿P-por qué? ¿Por qué haces q-que yo quiera... esto?.

______ al escuchar eso no pude evitar sonreír, esa risa de satisfacción era inevitable. Escucharlo hablar de esa forma era deleitante para sus oídos.

—¿Q-que es lo que q-quieres de mi, _______? Dímelo o entonces yo...

Súbitamente la chica coloco su mano en el cuello de el; era tan importante para el como para nosotros. Imagínense la escena, un gran e imponente lobo hambriento sobre un pequeño y delicado cordero tembloroso. La mirada tan amenazante y llena de deseo de ____ hacia que el muchacho se volviera un manojo de nervios, sin embargo, a algo dentro de el le gustaba —Todo— exclamo ____, en un tono hostil..

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P A P I L L O N +18 | TAMAKI AMAJIKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora