Capítulo 5

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El salón es bastante grande y elegante, la mayoría de los invitados estan vestidos con atuendos muy elegantes, Aisssac trae sobre él un traje de color gris junto con una camisa azul cielo, haciendo juego con mi vestido. El traje le queda bastante ajustado provocando que sus brazos y torso luzcan demasiado, de una forma muy resaltante, en cuanto llegamos miradas de chicas que ni siquiera se toman la molestia de disimular caen sobre él.

—¿Quién es esa? —murmulla una chica por detrás de mi.

—No lo sé, Aissac jamás había traído a alguien...

—¿La habías visto antes por aquí?

—No, esa chica nunca ha asistido a este tipo de eventos.

—Sera alguna prima —argumenta una de ellas.

Aisssac no tiene primas, no que yo sepa —comenta otra para después beber de la bebida que contiene su copa.

Es una grupito de chicas altas, tres de ellas con muy buen cuerpo y la otra chica esta más esbelta que las otras tres. Las cuatro tienen vestidos muy elegantes y relucientes. Aisssac y yo seguimos caminando, desde que bajamos del coche me ha estado tomando de la mano.

Después de escuchar los comentarios que ni siquiera intentaron disimular en hacerlos me acerco a su oreja —¿Tienes primas? —pregunto, Aisssac solo sonríe. Imagino que él también debió escuchar aquellos comentarios. 

Toma mi cabeza con ambas manos y me besa, me besa delicadamente, acción que para nada me esperaba, rodeo su cuello con mis brazos y me dejo llevar por sus cálidos labios. Esos carnosos labios... Una sensación inexplicable comienza recorrer el cuerpo, nunca antes había sentido una sensación así, se sentía como mi refugio, mi hogar.  

—Hola —la chica más guapa de las cuatro se nos acerca, tiene la piel clara y unos ojos verdes muy llamativos y un cabello castaño ondulado.

—Hola —responde mi guapo acompañante —¿cómo estas?

—Bien —responde la chica para después acercarse a su mejilla y depositarle un beso.

—Vaya, creí que no eras de esos chicos que utilizaban chicas de una noche, creí que eras más reservado en ese tema —comenta descaradamente.

—¿Disculpa? —pregunto molesta.

—Lía estas en lo correcto, y claro que no es una chica de una noche, para eso estas tú. —Aisssac mira fijamente a los ojos a Lía —hay disculpa —le dirige una sonrisa burlona, sucede que no las he presentado ¿verdad?

—Eso parece —contesta molesta.

—Te presento a Kate, mi prometida. —La cara que Lía pone es inexplicable, sus ojos reflejan rabia y a la vez decepción. Supongo que si no estuviéramos en una reunión tan elegante ya me hubiera sacado los ojos de la cara. 

Mi cuerpo se tensa, para nada esperaba que dijera que fuera su prometida, ni siquiera me ha pedido que sea su novia, cómo ahora de la nada soy su prometida, me siento muy bien con él pero ni siquiera lo conozco, no podía comprometerme con alguien a quien no conozco, solo espero que sea broma. 

—¿CÓMOOOO? —un señor se nos acerca emocionado, ha pesar de tener ya algunas canas se ve muy bien. Tiene un cuerpo muy bien trabajado y unos ojos verdes esmeralda, muy relucientes, más que los ojos de Lía -¿Cómo que te casas? No lo puedo creeer, el joven Blake se casaaa —grita emocionado, provocando que toda la multitud de personas volteen a vernos —saluuud por la boda —alza la copa a modo de brindis y bebé de su bebida.

—SALUUUD —gritan los demás presentes e imitan la acción del señor, a exepción de Lía, era de esperarse.

Aisssac, solo sonríe asintiendo a todo lo que el señor había dicho minutos antes,  ¿qué mierda acaba de pasar? Suponiendo que fue una broma todo esto se salió de control...

Huyendo de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora