It All Started With A Visit To Gringotts/Todo comenzó con una visita a Gringotts

Capítulo 8: Enfrentamientos y alianzas

Todos, excepto los que pidieron quedarse y la tía abuela de Arthur, Muriel (que se invitó a sí misma) se fueron. Luna le había quitado a su abuela a un Teddy dormido y le había dicho a Harry que era mejor que subiera las escaleras con Fleur, quien también tenía una Victorie dormida, ya que los niños debían mantenerse alejados de los nargles.

Todos ahora miraban a Harry, que estaba en medio del claro y realizó una serie de encantamientos, para asegurarse de que la siguiente serie de conversaciones fuera privada. Luego tomó una silla y se sentó—antes de comenzar, Ginny, ¿te gustaría decir algo?.

Ginny simplemente negó con la cabeza.

—Bien, entonces comenzaré. Hoy tuve una reunión con los duendes de Gringotts a cargo de mis propiedades y descubrí muchas cosas interesantes. Primero, Arthur, ¿recuerdas la vez que Ron y yo volamos tu auto a Hogwarts?.

—Por supuesto Harry, eso no es algo que uno olvide.

—¿Recuerdas la multa que tuviste que pagar, podrías recordar de dónde sacaste el dinero para pagarla?.

—Esa es una pregunta muy personal, pero sí, Molly obtuvo un préstamo del banco para pagarla.

—Sí, bueno, ese dinero vino de Gringotts pero no fue un préstamo, fue tomado de una de mis bóvedas.

Arthur miró a Molly en busca de confirmación. Molly simplemente resopló y le gritó a Harry: —Nunca pensé en ti como alguien que estuviera en contra de alguien porque era el pobre Harry James Potter. Puede que no tengamos tus millones, pero trabajamos duro y mantenemos la cabeza en alto y, además, tú eras en parte culpa de que Arthur se haya puesto tan bien.

—Sra. Weasley, en su mayor parte, no tengo ningún problema con ser pobre y hubiera estado dispuesto a pagar la mitad de la multa. El problema que tengo es que usted ha estado obteniendo dinero ilegalmente de mis bóvedas durante los últimos ocho años.

Arthur se puso de pie y miró a Harry—Harry, espero que tengas pruebas de estas acusaciones.

—Sí, Arthur. Tengo una declaración de Gringotts que muestra que durante los últimos ocho años, Molly, Ronald y Ginevra Weasley han tomado cerca de 100 mil galeones de mis bóvedas.

Bill tomó el pergamino y verificó que era genuino. Arthur miró a su esposa—Molly, quiero una explicación.

—No lo robamos Arthur. Ese dinero fue un regalo del guardián mágico de Harry, Albus.

—Eso es parte del problema Molly, Albus no era el guardián mágico de Harry al menos no hasta después de la muerte de Sirius—intervino Minerva.

Arthur se puso pálido y volvió a sentarse. Los gemelos miraban a su madre con disgusto.

Ron, sin embargo, miró enojado a Harry—¿qué te pasa, amigo? Eres millonario muchas veces. ¿Por qué nos envidias unos cuantos miles, si no éramos buenos amigos?.

Fue Charlie quien respondió—no importa Ron, es el principio detrás de esto, robar es robar y no puedes comprar la amistad.

—También ayuda que hasta hoy no sabía que era millonario—dijo Harry al grupo.

—¿Cómo no lo sabías? Los Potter eran una vieja familia de sangre pura. Con la muerte de tus padres automáticamente te habrías convertido en Lord Potter. El banco habría enviado extractos y cualquiera de las transacciones más importantes habría necesitado la firma de tu varita—declaró Augusta Longbottom.

—Eso es cierto, pero crecí en el mundo muggle y ni siquiera sabía que existía la magia hasta que recibí mi carta de Hogwarts. Los goblins me dijeron que enviaron cientos de cartas, pero nunca recibí ninguna. Dumbledore hizo que todo se lo enviara a él. Como para la firma de la varita, creo que tal vez Ron podría responder eso.