—¡Tres! — Grita soo, todos los presentes observan como jungkook con una rapidez comienza a armar el arma de fuego con los ojos vendados.
Tae sonríe con orgullo al ver como ha mejorado su pareja.
—Listo — anuncia jungkook quitándose la venda.
—Veintitrés segundos — Jungkook sonríe en grande.
Tae se acerca a él rodeando lo de la ci tira ora juntar sus labios, ambos se observan con una admiración y amor. El momento de felicidad cambia a preocupación, se escucha explosivo en toda la mansión poniendo alerta a todos.
—¡Hay que irnos! — Grita Jongin, todos salen del cuarto de armas para dirigirse a la parte trasera de la mansión.
—Maldita sea — Maldice Tae comenzando a disparar.
—¡Dejalos! — Grita jungkook.
—¡Deben morir!.
—Si, pero son muchos, no podríamos, ¡vámonos!, te quiero vivo, tenemos un hijo a quien proteger, ¿recuerdas? — Tae sisea comenzando a correr de nuevo.
Se alejan lo más posible de la mansión, observando como explota.
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—Buenas noches, jimin.
—Señora Martínez.
—¿Lo mismo de siempre? — Jimin sonrie asintiendo, mientras le embolsan su pedido se dirige al pasillo de ropa de bebé.
—¿También llevaras eso?.
—Si, por favor.
Le sonríe a la anciana como despedida, se coloca de nuevo su cubreboca y su capucha, la tarde se deja notar con sus colores, deja su compra en el asiento, mientras prende el motor del bote.
Al llegar a la isla apaga todo protector de seguridad que hay alrededor de la casa, guarda su llave en su bolsillo del pantalón, deja todo en la mesada.
—¿Aún duermes? — Sonríe al ver a Beomgyu despierto — Que niño más listo — toma en sus brazos al bebé — ¿Tienes hambre?.
Beomgyu balbucear en respuesta, lo lleva consigo a la cocina donde lo alimentará.
—¿Que quieres hacer?, ¿vemos televisión? O ¿Vamos a ver las estrellas? — Beomgyu balbucea mientras observa a jimin.
Sonríe besando sus lindas mejillas rosadas.
—Cierto, te compré ropita — comienza a sacar la ropa mostrándose lo — Te pondre este cuando te termine de duchar, ¿te parece?.
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—Señores Kim, bienvenidos — Jungkook hace una leve reverencia al empleado entrando a la casa — Sus habitaciones ya están lista.
—¿Lo que te pedí? .
—Oh Joven Soo, ya está listo toda sus cosas de trabajo.
—Gracias — se dirige con su pareja al lugar para investigar sobre lo sucedido en la mansión.
—¿Desean cenar?.
—Por favor — sonríe jungkook, este asiente lleno a la cocina para que preparen la cena — Tomemosn una ducha — Le habla a Tae pero este no responde sólo observa un punto fijo del salón — ¿Tae?.
—Vivi ahí desde niño, ahora... No hay nada.
—Hay algo — Tae lo voltea a ver confundido — Hay amigos, familia, haremos levantar la mansión de nuevo, ¿Entiendes?.
—Entiendo — Susurra bajo, jungkook lo toma de la mano para llevarlo a la habitación y tomar una Refrescante ducha.
Comienzan a desvestirse quedando desnudo enfrente de uno, jungkook se acaeca para besarle los labios, cuello y hombros, el mayor sonríe cargandolo para luego fundirse en el agua cristalina.
—Te amo, por favor nunca lo olvides.
—Jamás — le sonríe a su mafioso, siendo ahora el parte del mundo peligroso.
—Nuestro hijo y tu son lo más valioso que tengo.
—Lo sé, y te amo por eso, por demostrarlo todo los días, ahora lo más importante es proteger a nuestro hijo.
