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Park Jimin se detuvo de nuevo frente a él, está vez no estaban separados por ningún mueble. Jimin desprendía un olor muy dulce a coco azucarado para molestia de Jungkook.

No estaría viviendo en un dilema, ni se sentiría enfermo si ese joven no hubiera aparecido frente a él.

—No entiendo cómo es que puedes negar que somos destinados. Justo ahora tus feromonas me están mareando.

Jungkook miró al joven a los ojos. Tenía que poner fin a esta situación de una vez por todas.

—No puedo corresponder tus sentimientos.

—¿Por qué no? —Jimin parecía desesperado, se acercó aún más a Jungkook y tomó su mano. El contacto se sintió demasiado caliente, como si quemará y su cuerpo temblaba.

—Soy un hombre casado —mencionó, el joven mostró un rostro decepcionado y como su estuviera a punto de llorar. No parecía creerlo.

No podía tener tan mala suerte. Había encontrado a su alfa destinado, algo que era casi imposible, pero ya estaba casado con alguien más. Ya amaba a alguien más.

—Yo no... No tenía idea, lo siento —soltó el agarre y Jungkook luchó por no volverlo a sostener, para impedirle que se fuera.

—Y tengo un hijo.

—Lo siento, de verdad lo siento, soy tan idiota —Jimin se alejó poco a poco, después de hacer algunas reverencias para disculparse se dio la vuelta y se fue corriendo.

Jungkook esperaba no volverlo a ver nunca más, si lo hacía, no creía poder controlar su cuerpo.

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La rutina por la mañana, no fue tan diferente a lo que hacían regularmente. Jungkook y Jimin  levantaron media hora antes para bañar y cambiar a Sunyeol. Habían decidido que Jungkook llevaría a su hijo al trabajo, toda vez que, en la pastelería, había una sala donde podía dejar al niño jugar tranquilo y sin problemas. Ya le había mandado un mensaje a su jefe y la respuesta fue positiva.

Así que Jimin sólo hizo un pequeño cambio para preparar una lunchera con comida suficiente para dos personas, Además de agregar algunos dulces.

—¿Quiero ver a mi appa?

Desde que despertó, Sunyeol insistía en ir con Hoseok. Aunque, para la convivencia tenían horarios establecidos, al vivir en el mismo edificio, justo a lado, ninguno de los dos había obedecido ese horario. Sunyeol iba de un lado a otro cuando quería, pero la mayor parte del tiempo, la pasaba con Hoseok.

Hasta ahora, era la primera vez que se quedaba a dormir con Jungkook, o que iban a pasar días completos juntos. Si Jungkook accedía y llevaba a Sunyeol con Hoseok en ese momento, después, cuando ya no vivieran cerca, y tuvieran que empezar a obedecer los horarios, sería mucho más difícil para el niño.

—Quedamos que te quedarías con nosotros hasta el lunes, haremos muchas cosas divertidas, podrás ver a tu appá después —Jungkook le dijo acariciando su cabello—. Nosotros queremos pasar tiempo contigo.

—Pero extraño a mi appa.

—Lo sé y estoy seguro que Hoseok también te extraña a ti, pero quiero que pases tiempo conmigo, ¿Puedes?

Sunyeol asintió tímidamente con su cabeza.

Para cuando salieron rumbo a sus trabajos, Hoseok ya se había ido. Así que no hubo ningún tipo de distracción en el camino, Jeon no confiaba de que Sunyeol quisiera quedarse con él si veía a Hoseok.

Los hijos siempre son más apegados a los omegas, porque pasan mucho tiempo rodeados de sus feromonas, por lo que, la custodia casi siempre es para las madres y padres omegas.

Dejó primero a Jimin en las oficinas de la revista y se dirigió a la pastelería. No podía ponerle mucha atención a su hijo por atender a los clientes pero estaba tranquilo sabiendo que Sunyeol jugaba en la sala detrás de él.

Podía escucharlo reír, y de vez en cuando los meseros comprobaban que no estaba haciendo travesuras. O le encendían la televisión, en esos momentos, sólo se quedaba quieto en un solo lugar, hasta que se aburría y volvía a sus juguetes.

Después del medio día, durmió alrededor de dos horas y despertó a la hora de la comida.

—Estuvo muy rico papá —dijo el pequeño sin dejar de comer.

—Me alegro que te guste, Jimin se ha esforzado mucho haciéndonos esta rica comida. Sunyeol, ¿Qué piensas de Jimin?

No pudo evitar no preguntar, él se sentía bien con el Omega; Park era agradable, siempre trataba de ver el lado positivo de todo, nunca se enojaba a pesar de que tenía varias razones para hacerlo, sumándole a eso el hecho de que era muy apuesto.

Pero para Sunyeol, Jimin sólo era un extraño que había aparecido para separar a sus padres. Tampoco sabía exactamente qué le había dicho Hoseok sobre ellos, dudaba que Jung intentará poner al niño contra Jimin, sabía que su ex esposo no era esa clase de persona. Sunyeol no parecía odiar a su nueva pareja pero tampoco intentaba hacerse su amigo, y todavía no podía dejar de pensar en lo que le había dicho Hoseok cuando le entrego a su hijo, al parecer Sunyeol le había reclamado que Jungkook se fuera.

—Creo que es muy bonito.

Respondió con una sonrisa, Jungkook sonrió de acuerdo,  pero luego negó: esa no era la respuesta que gustaba y ciertamente no tenía ni idea de como abarcar el tema.

—Lo que quiero saber es, ¿cómo te sientes con toda esta situación?

El niño pareció pensarlo por un momento.

—Siempre extraño a papá, quiero estar cerca de papá todo el tiempo —Sunyeol parecía que estaba a punto de llorar—, y también quiero estar con appá, quisiera que estuviéramos juntos de nuevo, todo el tiempo.

Jungkook pasó su mano por la mejilla de su hijo para limpiarle las lágrimas, sintiéndose miserable.

—Sunyeol sabes que te amamos, que nosotros no estemos juntos, no va a cambiar eso, sólo quiero que sepas, que esto no es culpa de Jimin y mucho menos de Hoseok.

—¿Entonces porqué te fuiste a vivir con el señor Park?

—Es difícil de explicar, tal vez cuando seas más grande lo comprendas.

Sunyeol negó varias veces con la cabeza, parecía querer salir corriendo.

—¡Te fuiste porque no eras feliz con nosotros! —gritó—, no eras feliz con appá, no eras feliz conmigo.

Jungkook negó y abrazó a su hijo.

—No hay forma de que estar con ustedes no me haga feliz —dijo de forma desesperada—. Te amo demasiado a tí y a tu appá, incluso ahora.

—¿Entonces porqué no vuelves con nosotros?

—No puedo hacer eso Sunyeol, no puedo dejar a Jimin solo.

"No puedes, o no quieres"

Todo este tiempo pensó que lo único que lo unía a Jimin era el deseo de su lobo, pero ahora no estaba muy seguro de eso. Estaba empezando a enamorarse de él.










El ex esposo de mi novio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora