Destino [Percy Weasley]

Caos

Nota: el discurso que da Thicknesse fue sacada de la película Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte 1

Percy estaba en su camino para el Ministerio de Magia, todos decían que no debía ir; lo mejor era ocultarse porque el ministerio ya no es seguro pero Percy tenía que ir porque aparentemente todo seguía funcionando con "normalidad".

-¡Eres un imbecil!-recordó a Daniel, mientras esté intentaba hacerlo recapacitar de que no volviera al ministerio por su seguridad-No puedes ir, ¿acaso quieres que te maten?

La cuestión es de que Percy había recibido un vociferador, en la cual transmitía que el Ministerio de Magia seguía funcionando con normalidad y pedían que todos los empleados se presentarán para dar un aviso en el atrio.

Cuando llegó al atrio, ya se encontraban varios empleados esperando al anuncio que iban a dar, muchos murmuraban sobre si este era otro discurso de Scrimgeour sobre la falsa seguridad. Percy se congeló al escuchar sus comentarios, todavía no sabían la cruda verdad.

En eso vieron llegar a lo lejos a cuatro personas, Pius Thicknesse, junto con Dolores Umbridge, Albert Runcorn, a quien no le agradaba mucho, y Corban Yaxley. Percy se alarmó al verlo específicamente a él porque es un mortífago, ¡¿qué hacía este sujeto aquí?!

Thicknesse se adelantó, veía que varios tenían rostros alarmados y preocupados. Esta situación se está volviendo más peligrosa.

-Buenos días a todos, como su nuevo Ministro de Magia-Percy tragó saliva, ¿cómo que nuevo ministro? No tenía ni idea que Thicknesse sería capaz de colaborar con los mortífagos, siempre se veía que era alguien correcto y no se dejaba engañar fácilmente-Prometo restaurar este templo de tolerancia a su antigua gloria. Por eso, a partir de hoy, cada colaborador se someterá... Para su evaluación-escuchó a varios murmurar la palabra "evaluación"-Pero sepa esto, no tiene nada que temer si no tiene nada que ocultar.

Cuando dijo eso otros tres hombres llevaban a un hombre lastimado por los brazos, no se quería imaginar la clase de tortura que tuvo que pasar ese pobre mago.

Este es el fin.

Así como había mencionado el nuevo ministro, estaban pasando a todos los empleados a una evaluación, algunos salían "tranquilos", otros salían con golpes y otros salían despedidos, era el turno de Percy, tragó saliva; no sabía cuál de los tres casos iba a resultar él. Al entrar a la habitación, se encontró con las dos personas que más detestaba en este cruel mundo.

Eran Yaxley y su hijo, Theo Yaxley. Notaba que el segundo sonreía, seguramente se encontraba feliz de que ahora Percy no podía replicar y simplemente obedecer a lo que dijeran ambos.

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Audrey se comía las uñas ansiosa, veía la hora a cada rato, era demasiado tarde y Percy no se había comunicado con ella; no podía pensar en nada más que en él.

Ella se levantó, se dirigió a la cocina para hacer un té, eso la ayudaría a calmarse. En eso escuchó un ruido fuerte que provenía del salón, nerviosa salió a paso lento hasta que su corazón se hundió al ver a Percy tirado en el suelo.

Ella corrió hacia él, se encontraba pálido y en cualquier lugar que ella lo tocaba, este hacia un gesto de dolor.

-¿Pero qué ha pasado? ¿Qué te han hecho?

De manera entrecortada, Percy logró responder-Ni siquiera... Hicieron preguntas...

Se desmayó, Audrey se paralizó al verlo en ese estado. Con todas sus fuerzas, llevó a Percy a su habitación y lo dejó en la cama para que descansará. Tomó su celular con urgencia que apenas lograba teclear los números.