Destino [Percy Weasley]

Realidad

Percy abrió los ojos, lo primero que vio fue el techo y paredes blancas. Inmediatamente supo que estaba en un hospital, le dolía la cabeza y de un solo los recuerdos del tren golpearon su cerebro. Se sentó de golpe, pensando en cómo estaban todos; pero solo logró hacer una mueca de dolor y se dio cuenta que estaba enyesado; terminó escuchando a los lejos unos gritos.

-Le digo que no puede pasar, no son familiares del joven

-¡A nosotros no nos importa! ¡Iremos a verlo!

Eran los padres de Audrey.

Ellos querían verlo.

Seguramente estaban aquí para matarlo después de haber dejado a Audrey, si Yaxley no lo mato, unos padres furiosos si lo harían pero todo cambio cuando escuchó al padre de Audrey hablar.

-¡El joven no tiene familia, solo nos tiene a nosotros, debemos estar con él!

En la entrada de su habitación se encontraban los dos con rostros que reflejaban sumamente su preocupación. Tenían bolsas debajo de sus ojos y parecía que habían envejecido exageradamente.

-Percy...

Ambos estaban aliviados al ver que Percy también estaba a salvo, a pesar de todo lo que habían pasado en estos meses aún le tenían mucho cariño a Percy y se preocupaban por su bienestar.

Una vez escucharon en secreto a su hija hablar con Daniel sobre Percy, ellos dicen que no estaban espiando, pero en en esa conversación entendieron que nada era como los demás lo habían pintado, sobre el hecho que Percy había abandonado descaradamente a Audrey sino que ella mencionó que lo mejor para ambos es estar separados por un tiempo y ella respetaba su decisión.

Esto les llevo a pensar que posiblemente Percy tuvo que irse lejos por cuestiones de trabajo a última hora y para no tener que soportar una relación a larga distancia, decidieron darse un tiempo.

Evelyn Jones se acercó a Percy para abrazarlo, su esposo reposó su mano en el hombro de él. En ese momento, Percy se derrumbó y comenzó a llorar.

-Ya paso, cariño. Estamos aquí-lo consoló la madre de Audrey

Percy respondió con voz ahogada-Creí que me odiaban...

-No es así

Percy aún no creía lo que sucedía, él no lloraba.

Había aprendido desde niño a ocultar sus sentimientos y una de esas era aprender a no llorar.

Cuando sus hermanos se metían en problemas y casi morían, no lloró.

Cuando Penélope rompió con él, no lloró.

Cuando se metió en problemas por el asunto del señor Couch y casi es despedido, no lloró.

Cuando fue la pelea con su padre, no lloró.

Cuando su padre fue atacado, no lloró.

Cuando abandonó su hogar y pasó diez meses solo, no lloró.

Cuando habló de su pasado con Audrey, no lloró.

Cuando Audrey desapareció, no lloró.

Cuando tuvo el desastre de la cena navideña en La Madriguera y todos, a excepción de su madre, lo trataron como a un desconocido, no lloró.

Cuando Audrey fue atacada y casi muere a manos de un mortífago, no lloró.

Cuando fue torturado por los Yaxley y se encontraba cansado mentalmente, no lloró.

Cuando tuvo que abandonar a Audrey, no lloró.

Cuando su novia y amigos estaban a punto de morir en el tren, no lloró.