Capitulo 7

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Como me había emocionado tanto por haber vuelto a ver a Martina, por completo olvidé que debía alistarme para ir al baile con Pedro. Mamá, papá y Delfi estaban fuera ésa noche, así que después de haber visto a Martina llegué corriendo hasta mi casa y me dormí deseando que los tres días pasaran rápido. Recordé el baile hasta la mañana siguiente que mi celular sonó por las llamadas de Brisa, Pedro, Tomas y Angie. Era sábado en la mañana. Ése tipo de sábado cuando en serio solamente quieres estar tirada en tu cama sin preocupación alguna, tuve mi pijama puesta todo el día. Me sorprendió que mamá no me haya hecho pregunta alguna del baile ni en el desayuno, comida y cena, el día pasó demasiado lento para mi gusto, y eso que era sábado, yo debía estar feliz. 

                   

Pero mi realidad era, y yo lo sabía, que no podía esperar para que se hiciera lunes y poder ver a Martina, y claro está, preguntarle todo lo que quiero saber de ella. 

                   

El domingo fue como normalmente era un domingo: desayuno familiar, iglesia, salida familiar y cena familiar. En cuanto me metí en la cama recordé que al día siguiente vería a Martina y haría mis preguntas. 

                   

Mi sueño estuvo repleto de unos ojos avellana y un cabello rubio brillante, esta vez fue un sueño y no una pesadilla, lo cual era fantástico.

                   

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La escuela, más bien mis amigos, estuvieron molestándome en cada clase por no haber ido al baile. 

                   

Tuve que inventar una excusa como que mis padres salieron de último minuto y tuve que cuidar a Delfi. Tan pronto como llegué me fui a disculpar con Pedro, quien se hizo el desentendido y para lograr que me perdonase le prometí salir al cine algún día, cosa que no estoy segura poder cumplir. 

                   

Pero la verdadera razón por la que falté fue que: estaba con Martina, y me olvidé del mundo. 

                   

Llamé a mamá para avisar que no llegaría hasta la noche, cuando ella preguntó el porqué tuve que mentir, de nuevo, diciendo que Brisa, Angie y yo teníamos un trabajo importante para Sociología. Ella me creyó. Incluso cuando yo no estaba en ésa clase. 

                   

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Salí de la escuela y, esquivando a mis amigos, me dirigí a casa de Martina. 

                   

Aún no llegaban. Así que fui a la parte trasera y me senté en el escalón de la puerta, saqué mi celular y comencé a jugar con mis aplicaciones.

                   

Yo estaba metida en mi juego cuando escuché el motor de un auto detenerse en la entrada. Me levanté guardando mi celular y fui al frente. Martina y su madre estaban entrando en la casa, así que me acerqué a su padre, que cerraba las puertas del auto. Llame su atención saludándolo con mi mano. Pareció que vio a un fantasma porque me miró espantado. 

                   

"Señor papá de Martina," sonreí por la estupidez que acababa de decir "ummm, vine a ver a su hija." 

CRITICAL - Martuli (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora