No se como estar el día de hoy, Taylor se encargó de despertarme temprano para "alistarme" para ir a la escuela. Mi ropa estaba lista desde ayer en la noche no podía creer lo que iba a hacer, vestirme para parecerle "atractiva" a Erick, esto es asqueroso.
Tome mis llaves para salir de mi casa y montarme en mi auto. Cada kilómetro me arrepentía de todo, al entrar a la universidad vi a Taylor esperarme en mi casillero recargada de su hombro:
-Qué quieres Taylor - dije sin ánimos sacando todo lo necesario de mi casillero.
-Buenos días primero y segundo no tienes de que preocuparte todo saldrá bien, ya lo verás - aveces la confianza y la asertividad de esta chica me sacaba de quicio.
-Okay, pero si sale mal te culparé de todo- dije cerrando mi casillero y caminando por los pasillos.
Las clases pasaban rápido y solo quedaba una clase para irme, Erick ya sabia que tenia que esperarme en la entrada para irnos así que solo tenia que aparecer y verme. La escuela había acabado y mis nervios hicieron que fuera al baño y aun más tardarme viéndome en el espejo. No acostumbraba a salir tarde de la escuela pero ¿Es normal no? Estar nerviosa por cualquier cosa que saliera mal. Caminé hasta la entrada esperando encontrarme con Erick, pero no estaba y ya nadie estaba en la escuela sólo unas pocas personas saliendo. Esperé diez minutos más para cerciorarme de que no se le hizo tarde, hasta que escuche un grito ahogado en uno de los pasillos, caminé rápido hasta ver por donde provenía ese sonido, el baño de hombres, se escuchaba como golpeaban con fuerza a alguien, me quité la bolsa y todo lo que me estorbará para golpear.
Con lo que me encontré fue con cinco chicos golpeando a un cuerpo que estaba a punto de desmayarse por tanto dolor corrí hasta el cuello de uno que lo golpeaba y utilice mis piernas para dar un impulso y tirarlo con su propio peso ocupando el mismo impulso tiré a otro con mis manos colocadas en su cuello para que el golpe lo recibiera toda su cara, dos habían salido corriendo por miedo mientras que él último se quedo, tirando en cuerpo de la persona que no podría verle la cara de lo hinchada y ensangrentada que la tenía. El chico me confrontó viéndome a los ojos y poniendo posición de guardia;
-Pelea bien barbie teñida- dijo lanzando un golpe directo a mi rostro, el cual pude esquivar haciéndome a un lado.
-te equivocaste de Barbie imbecil- dije estirando mi pierna mientras que con la otra daba impulso para que la estirada girará y lo tirara, me puse de pie y comencé a darle patadas en las costillas con toda mi fuerza y después coloqué mi cuerpo arriba de su tórax golpeándole la cara con mis puños hasta ver que sus ojos estaban inchados.
-Diles a tus amigos que si dicen alguna palabra de esto terminaran peor que tú y eso también va para ti - dije parándome de enzima suyo y caminando hacia el chico que seguía botado en el suelo. Era Erick. Lo sostuve con mis hombros dándole soporte para que pudiera ponerse de pie y caminar hasta la entrada.
Conduje como loca hasta llegar a mi casa esperando que no fuera algo serio. Hice que Erick pasará a mi sala de estar y se recostara, salí corriendo de la sala en busca de el botiquín de emergencia para poder curar sus heridas.
-¡JAAMEES!- escuche un grito, en forma de quejido desde la sala
-¿Qué sucede?- dije abriendo el botiquín
-No pensé que una barbie hiciera eso- dijo y se quedo con los ojos cerrados y dejando que le curara las heridas de la cara y el tórax
Pasaron horas para que él despertara y pudiera irse a su casa. Lo llevé a su casa, no podía creerlo mi plan ya había fallado desde ese instante, lo perdí completamente.
-James....- dijo Erick sacándole de mis pensamiento.
-ehh?- dije por inercia
-Ya esta en verde James- dijo haciendo que yo viera para arriba y volviera a conducir y poniendo la vista al frente.
-James... nunca me dio tiempo de decirte gracias... por todo lo que hiciste por mi- dijo bajando la cabeza y mirando sus piernas.
-No tienes porque preocuparte, pero no te salvas de que me tienes que contar porqué te pasó eso.
Llegamos a su casa con la dirección que me dio, estacioné el coche en frente de su casa y lo ayudé a bajar caminando a su entrada y tocando el timbre para que abrieran la puerta. Escuché unos gritos era normal habían pasado casi unas cuatro horas de que había terminado la escuela.
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Mi Chico Inesperado
Novela JuvenilAlice James una chica de solo 19 años, con un sueño por delante al estar cursando la universidad, con una adolescencia sin mucha acción de su parte intenta ser discreta con su vida ¿y quién no lo haría? Teniendo una vida secreta de noche pero ella...