Luego de un mes las cosas entre la tatuadora sin tatuajes y la pintora sin pudor estaban exactamente iguales.
Camila siempre llegaba cinco minutos antes al trabajo, y Lauren entraba a las doce a la tienda. La dibujaba hasta las cinco. Salían a las cinco y diez minutos y subian al auto de Lauren para ir a algún lugar. A las nueve Lauren siempre se aseguraba de dejar a Camila en las puertas de su casa. Se enviaban mensajes hasta la media noche. Finalmente se dormían.
Y el proceso se repetía.
Aun así, la jornada nunca llegaba a ser aburrida.
Ese día, por ejemplo, Camila estaba recostada sobre e sucio sofá de la sala de estar de Lauren, quien se encontraba sentada en un sillón frente a ella con un lápiz y un cuaderno de dibujo entre manos.
Cuándo no la pintaba, Lauren Jauregui la dibujaba.
Lauren: A veces me pregunto como haces para quedarte en esa tienda de tatuajes todo el día con ese suéter de cuello alto cuando estamos a más de treinta grados.
Camila: Todo por amor al arte, Lern -Aclaro con una sonrisa.
Lauren: Tal vez deberías hacerte un tatuaje…
No era la primera vez que se lo decía.
Camila: Ya te lo he dicho, Lauren. No estoy lista.
Lauren: ¡Vamos, Camila! ¡No deberías pensarlo tanto!… Si quieres mi sugerencia: “Amo los pechos de Lauren” en tu frente no sería un mal tatuaje…
Camila: ¡Lauren! -Chillo divertida, y su mano se movió como si estuviese golpeando el hombro de la chica cuándo en realidad estaban tan lejos que ninguno de los dos podía tocarse.
Lauren: Esta bien, lamento eso… -Pero realmente no lo hacía.
Camila rió nerviosamente.
Camila: He terminado el décimo octavo libro de Howe -Informo con orgullo luego de algunos minutos.
Aunque Howe estaba loco, leerlo podía resultar ciertamente interesante algunas veces.
Lauren: ¿Sigues sin comprenderlo?
Camila: Ni un poco -Afirmo con una enorme sonrisa en el rostro.
Lauren simplemente rió y negó con su cabeza varias veces, olvidando de esta forma el lápiz y el cuaderno de dibujo.
Lauren: ¿Quieres salir a cenar? -Pregunto mientras miraba el reloj. Eran las seis y cuarto.
Camila: ¿Cómo es que pasamos de hablar de mi no-tatuaje a Howe y luego a que me invitaras a comer? -Interrogo burlonamente.
Lauren: No lo se, supongo que estamos locas -Resolvió con indiferencia-… Y si fuese tu aceptaría esa invitación. Es decir, vas a salir con Lauren Jauregui. Ya quisiera yo ser la afortunada -Agrego con cierta burla.
Camila: Entonces supongo que tendre que aceptar…
***
No fue sorprendente para Camila que Lauren comenzara a conducir hacia el restaurante donde habían tenido su primera cita.
Siempre comían allí.
Lo que si fue sorprendente es que Dinah llamo a la tatuadora justo en medio del viaje.
Camila: ¿Qué sucede, Dinah? -Pregunto dulcemente.
Fue cuándo escucho los sollozos tras la linea.
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La Tatuadora de Libélulas |CAMREN|
Fanfiction"Camila Cabello marcaba la piel de las personas. Lauren Jauregui marcó su corazón Para siempre"