Capítulo 21

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Al sexto mes la hija de Ally y Troy nació.

Lauren había vuelto el día anterior de su viaje a las montañas, pero Camila no había tenido la oportunidad de verla.

Ese día, sin embargo, habían acordado que Camila acompañaría a Lauren y a su madre a una revisión médica de rutina. Era domingo, lo cual significaba que era su día libre.

Se vistió con sus típicos pantalones ajustados, un sueter de cuello de tortuga rojo y se colocó un lazo. No solía usar lazos desde que se había convertido en tatuadora, pero ese día sintió que era momento de volver a ser ella misma por unos minutos.

Milika: ¿Dónde vas? -Estaba limpiando el salón cuándo Camila paso a su lado.

Camila: Saldré con Lauren. Su madre tiene una cita con el médico y las acompañaré.

Milika: Eso quiere decir que su madre te conoce pero yo no a Lauren…

Camila: Milika, prometo que la conocerás pronto… -Le estaba prometiendo esto a la mujer desde hacía ya mucho tiempo.

Silencio.

Milika:… ¿Es verdad lo que dijo, Ally? Ya sabes, lo de las heridas…

Camila: Lo es -No podía mentirle a Milika-, pero sus heridas no la hacen una mala persona. Ella es la persona más increíble de este mundo… Solo esta algo rota.

La mujer suspiró.

Milika: ¿Cuánto es “algo”?

Camila: Milika, no tengo tiempo para esto… -Dijo en cuánto la conversación comenzó a revolverle el estomago.

Se encaminó a la puerta y solo se giro ligeramente al escuchar la voz de su madre detrás.

Milika: Intenta no romperte tu también ¿Vale?

Camila: Vale.

***

Lauren la estaba esperando a las afueras de su casa con un cigarrillo en la boca mientras se recostaba en su auto. Llevaba un vestido azul y zapatos a juego. Dos vendas decoraban sus muñecas, y el maquillaje que llevaba era sutil y no oscuro e intimidante como el de siempre.

Lauren: ¿Alguna vez dije que tengo la novia más hermosa del mundo? -Fue lo primero que la pintora dejo salir de sus labios al verla por primera vez en semanas.

Camila: Es posible -Contestó con una tímida sonrisa mientras se acercaba a su novia y dejaba a sus labios reencontrarse durante unos minutos.

No sabían a los labios que recordaba. Esos labios estaban llenos de humo y un sentimiento que no pudo detectar.

Lauren: Eres preciosa, Camz -Murmuró mientras le apartaba el pelo de la cara y dejaba un tierno beso en su nariz. El olor del cigarrillo consumiéndose entre los dedos de la pintora comenzó a incomodarla, pero no dijo nada. Terminaría adaptándose-… Te extrañé tanto -Y el suspiró que la chica dejo salir de sus labios le hizo preguntarse si no se habían visto en semanas o años.

La Tatuadora de Libélulas |CAMREN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora